Por: ADRIÀ COROMINAS
2 puntos de los últimos 12 en Liga. Este es el pobre bagaje del conjunto blaugrana, una de las peores rachas que ha encadenado recientemente. Son muchos los análisis que pueden hacerse, pero es innegable que el Barça lo dio todo para llevarse el duelo. Que no ganara es igual de sorprendente que la pifia de Neto para regalar el gol local. Lo mereció con creces, pero al final, igual que en Turín, falló la puntería. Esta vez, se la pegó contra un equipo entero encerrado en su propia área y contra un inconmensurable Pacheco, el meta local que se hizo gigante consiguiendo 7 paradas de mérito, más que ningún otro guardameta en un solo partido esta temporada.
El Barça es un equipo en construcción que pide paciencia. Si se crean ocasiones, los goles llegaran. Pero si sabemos que se está construyendo un equipo de las cenizas, creo imprescindible apostar de entrada por los jóvenes, no en el descanso como recurso de emergencia. Con su entrada, Pedri impulsó al equipo dándole el ritmo necesario, secundado por un Pjanic que pide minutos con su presencia y seguridad en el mediocampo. Lo que tampoco se entendió es que cuando más gol se necesitaba, el técnico sacara del campo a Ansu, el jugador que más puntería ha demostrado. Ha sido la semana de la falta de remate. Que sea la última.
Contenido GEC