Real Madrid y Leganés se ven en un partido que desde el primer minuto se ve más que favorable para los de Zidane. Rodrygo a los 7 minutos y Toni Kroos a los 8, hicieron que se pongan adelante en el marcador. Una falta sobre Eden Hazard hizo que el árbitro señale penal y Sergio Ramos tomó el balón.
El defensor blanco puso el esférico en el punto medio del área y se dispuso a rematar. Su disparo rasante fue detenido por el portero Soriano; sin embargo, el árbitro decidió revisar el VAR y observó que el jugador bajo los tres palos se adelantó, por lo que decidió repetirlo.
En el segundo disparo, Ramos no falló y anotó el 3-0 en el Santiago Bernabéu. Todo el estadio se vino abajo y se dibujó una sonrisa en el rostro de Sergio, quien se dio cuenta que tuvo una gran revancha.
Zidane intenta centrarse solo en lo deportivo, aunque en su comparecencia solo fue preguntado por la situación de Gareth Bale. Los días sin competir por el aplazamiento del clásico le han servido para recuperar jugadores como Luka Modric o Lucas Vázquez. Pero sigue sin poder contar por lesión con Nacho y Marco Asensio, y es baja para este encuentro James Rodríguez tras su paternidad.
El Leganés trae a la cabeza de Zizou uno de sus peores recuerdos como entrenador. La gran decepción que sufrió en Copa del Rey el 24 de enero de 2018, el día que comenzó a pensar que su discurso estaba agotado en el vestuario y a sus jugadores les faltaba hambre de éxito. Habían vencido en Butarque por la mínima y el 1-2 del Santiago Bernabéu volteaba la eliminatoria y provocaba una eliminación sonora en cuartos de final del Real Madrid.
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