El Real Madrid está en pie de guerra tras el controvertido desenlace del partido contra el Valencia en Mestalla (fecha 27 de LaLiga), donde un gol no validado a Jude Bellingham en los últimos segundos del encuentro ha desatado la indignación en el club blanco. En medio de un empate (2-2), tras la remontada de Vinícius Junior, el árbitro Jesús Gil Manzano señaló el final del partido justo cuando el joven futbolista inglés cabeceaba un tiro de esquina, dejando al equipo madridista con un sabor amargo y preocupaciones sobre el rumbo del campeonato del que aún es líder con 66 puntos.
El club no ha tardado en reaccionar, y según informa AS, planea tomar medidas ante el Comité Técnico de Árbitros ante lo que considera una serie de decisiones arbitrales cuestionables que podrían afectar sus opciones en la carrera por el título de liga. Además, el Real Madrid ha dirigido sus miradas hacia Xavi Hernández y Joan Laporta, creando un ambiente tenso entre los dos grandes del fútbol español.
En el palco del Santiago Bernabéu, las alarmas ya sonaban ante las constantes críticas de Laporta y Xavi hacia el arbitraje. El presidente del FC Barcelona fue especialmente duro al calificar la actuación arbitral en el partido entre el Madrid y el Almería como “una vergüenza”, instando a los árbitros a denunciar las presiones que, según él, recibían del club blanco a través de su influencia mediática.
Por su parte, Xavi Hernández no ha escatimado en críticas y ha insinuado que el Real Madrid está recibiendo un trato favorable por parte de los árbitros. En el seno del Santiago Bernabéu, estas declaraciones han sido interpretadas como una estrategia para influir en el arbitraje y socavar la credibilidad del equipo blanco en la lucha por el título.
La situación ha llevado al Real Madrid a expresar su malestar por la cantidad de goles anulados esta temporada con la intervención del VAR, y la polémica en Mestalla solo ha exacerbado las tensiones. El club blanco exige una explicación de los hechos y considera que la acción de Bellingham no merece una sanción severa, sino que fue una queja comprensible en un momento de máxima tensión.
Con el Clásico del Bernabéu cada vez más cerca (21 de abril), el Real Madrid teme que la distancia con el Barcelona se reduzca aún más y que el encuentro se convierta en un enfrentamiento decisivo en la lucha por el campeonato. En este contexto de tensión y rivalidad, el fútbol español se prepara para un desenlace lleno de controversias.
Luego de su parada en Mestalla, el Real Madrid volverá a tener acción en LaLiga el próximo domingo 10 de marzo ante Celta de Vigo. El duelo se llevará a cabo en el remozado Estadio Santiago Bernabéu a partir de las 12:30 del mediodía y será transmitido por DSports (DIRECTV) para América Latina (DAZN en España).
Sin embargo, antes de pensar en el cuadro de Rafa Benítez, el Real Madrid deberá encarar el partido de vuelta de octavos de final de la Champions League ante el RB Leipzig. El choque, cuyo resultado de ida fue 1-0 a favor de los ‘Vikingos’, se jugará el miércoles 6 de marzo a las 3 de la tarde (hora de Perú vía ESPN y STAR Plus).
El cuadro catalán se alista para su próximo desafío. En el marco de la fecha 27 de LaLiga, el Barça visitará al Athletic Club en el Nuevo San Mamés. El partido está programado para el domingo 3 de marzo a las 3 de la tarde (hora peruana) y será transmitido por la señal de DSports (DIRECTV).
Cabe recordar que el Barcelona es el campeón defensor del título. Bajo la batuta de Xavi Hernández, los Culers ganaron LaLiga 2022-23 con 88 puntos, 10 más que el Real Madrid, su más cercano perseguidor. Lamentablemente, para los intereses del cuadro catalán, la situación de esta temporada es distinta.
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