Al Real Madrid no le preocupa solo fichar a los mejores jugadores del mundo en cada mercado de pases. También se avoca en mantener el talento que ya tiene en la plantilla. Es por esa razón que, por estos días, ha empezado a conversar con una de las ‘joyas’ del vestuario para asegurar su futuro en el Santiago Bernabéu por muchos años más. Se trata nada menos que de Eduardo Camavinga, el joven volante francés al que presidente Florentino Pérez ha decidido blindar con una cláusula de 1.000 millones de euros tras conocer que en la Premier League ya le pusieron el ojo para el 2023-24.
Según ha informado Fabrizio Romano, el plan de Florentino pasa por proteger al jugador francés de 20 años con una renovación de su contrato que incluiría una especie de cláusula anti-jeques por un billón de euros, cifra que dificultaría su marcha del club español.
En el Real Madrid son conscientes de que Camavinga ha despertado el interés del fútbol inglés, especialmente de Manchester United y Chelsea. Ambos clubes tienen la capacidad económica para hacerse con los servicios del ex del Rennes. Sin embargo, una cláusula como la que plantea Florentino no tardaría en espantarlos.
Entre otras cosas, la mejora de contrato del Real Madrid a Camavinga se verá reflejada en sus emolumentos. Actualmente, el francés se embolsa 3 millones de euros por temporada, algo que cambiaría drásticamente cuando firme un nuevo vínculo con el cuadro español.
Camavinga se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del equipo en los últimos encuentros. Su rendimiento ha sido clave para que la directiva se fije su renovación entre las operaciones prioritarias y se espera que ambas partes lleguen muy pronto a un acuerdo para extender su vínculo.
Real Madrid sumó dos fichajes oficiales para el presente curso. El primero es Antonio Rüdiger, quien llegó desde el Chelsea como jugador libre. El alemán ha firmado contrato hasta el 2026 y ganará 10 millones de euros por año. Jugaría de central, desplazando a Alaba a la banda.
Otro jugador que reforzó al Madrid para esta campaña es Aurélien Tchouaméni. Por 80 millones de euros, más otros 20 en variables, el francés llegó desde el AS Mónaco para convertirse en el reemplazante de Casemiro, quien terminó en el Manchester United de la Premier League.
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