Lionel Messi comunicó la decisión de todos los futbolistas del Barcelona. (Foto: Getty Images)
Lionel Messi comunicó la decisión de todos los futbolistas del Barcelona. (Foto: Getty Images)

El lema del Barça es “Més que un club” (más que un club, en catalán). Y con gestos como los que comunicó ayer como capitán del primer equipo de fútbol, el lema se hace más vigente que nunca. El argentino, a través de su cuenta de , publicó un comunicado en nombre de los capitanes en el que informaba que los jugadores de la plantilla se rebajaban su sueldo un 70% durante el Estado de Emergencia que vive el país y, además, aportarían dinero de su bolsillo para pagar los sueldos de los empleados del club.

Nuestros héroes ahora mismo llevan bata y trabajan sin descanso en los hospitales de todo el mundo, pero por las alegrías que nos han dado, los deportistas siguen siendo referentes y, por ser quien son, sus gestos van mucho más allá. Es por eso que creo que la decisión de la plantilla del Barça, como la de muchos otros clubs deportivos del mundo, es de agradecer. También las que se toman a nivel individual, como la de Pep Guardiola, que donó 1 millón de euros para luchar contra la Covid-19, la del propio Leo Messi, que se apuntó al carro e hizo la misma aportación, y la de muchos otros deportistas que dan ejemplo como personajes públicos que son.

Los futbolistas se hacen grandes como deportistas gracias a los clubs y era cuestión de tiempo y de sentido común que la rebaja de sueldo fuera una realidad. Sin partidos y con el Mueso y las tiendas del club cerradas, solo se podían aligerar las pérdidas con salarios. Y aquí, era evidente que los jugadores del primer equipo de fútbol tenían la llave de todo, porque nadie cobra tanto como ellos, responsables, eso sí, de la mayoría de los ingresos. La única duda que me queda es saber porque tardaron tanto en comunicarlo. Y aquí entra en juego el duelo palco-vestuario en el que el Barça vive inmerso desde hace mucho tiempo. El parón por el coronavirus ha distraído el foco de atención del club, pero este sigue latente y ayer, en el mismo comunicado de los jugadores, volvió a explotar.

Los jugadores volvieron a golpear a la directiva acusándoles de exponerles a una presión pública excesiva cuando su intención, desde siempre (y lo pusieron en mayúsculas para recalcarlo), había sido la de bajarse el sueldo. A estas alturas, ya a nadie se le escapa que la relación entre vestuario y dirigentes está totalmente rota. Los ataques en ambas direcciones son una constante y, en estas condiciones, la gestión del club todavía es más difícil, hasta el punto que el socio y aficionado culé ha empezado a pedir la dimisión de Bartomeu.

Cada vez parece más difícil saber qué rumbo seguirá el club después del confinamiento. Lo único que está claro ahora mismo es que gracias a este gran gesto de los jugadores, aunque evidente e inevitable desde mi punto de vista, el club saldrá adelante. Lo hizo en tiempos de guerra, de penurias y de crisis económica y esta vez no será una excepción. Lo que no está tan claro es el futuro de la directiva encabezada por Bartomeu que, ahora sí, se empieza a vislumbrar que tiene los días contados.


ADRIÀ COROMINAS

[@adriacat]