Los cuatro goles que sumó anoche ante la débil Kazajistán (8-0) que sirvieron para sellar el pase a Qatar elevaron a Kylian Mbappé a un nuevo pedestal. Desde Just Fontaine en 1958 nadie había hecho un ‘póker’ en un mismo partido con Francia. La prensa le ha concedido este domingo la matrícula de honor. Cerca de cumplir los 23 años, el genio de Bondy tiene unos números impresionantes en el combinado nacional, con el que ya ha sido campeón del mundo en 2018: 52 partidos jugados y 23 tantos. Los cuatro de anoche en su casa del Parque de los Príncipes le sirvieron para firmar la paz definitiva con los hinchas.
Decisivo también en la Liga de Naciones de octubre -marcó en la semifinal ante Bélgica y la final ante España-, Mbappé había pasado un calvario desde que el pasado 28 de junio errase el penalti en la tanda ante Suiza (3-3) que envió a los galos a casa en los octavos de final.
Esa velada de Bucarest, en la que hubo también reproches verbales en las gradas entre la madre del jugador Adrien Rabiot y las familias de Mbappé y Paul Pobga, dejó una herida abierta en el delantero del PSG.
Hasta tal punto que se reunió en agosto con el presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Noël Le Graët, para pedirle respaldo ante “el linchamiento” del que denunció haber sido objeto desde su fallo en Bucarest. Le dolieron en concreto ofensas racistas que circularon en las redes sociales.
Pero el fútbol oscila repentinamente de la noche a la mañana y el encuentro ante Kazajistán (la 125 del mundo, según el ránking FIFA) fue el bálsamo final que necesitaba. Además del ‘póker’, Mbappé dejó en bandeja otra anotación a su socio Karim Benzema, quien con su doblete pudo superar a David Trezeguet como quinto anotador histórico de Les Bleus.
L’Équipe, uno de los diarios deportivos más prestigiosos de Europa, concedió una nota al atacante de Bondy dada en raras ocasiones. Un 10 redondo, una matrícula de honor. Le Parisien, por su parte, le concedió un 9.
“Siempre he dicho que quería marcar la historia de mi país. Lo intento hacer poco a poco y tendré la oportunidad de hacerlo en el mundial de Catar”, dijo el delantero, nada más acabar el encuentro.
Hace más de 60 años que un jugador de la selección campeona del mundo en dos ocasiones (1998 y 2018) y de Europa otras tantas (1984 y 2000) no hacía cuatro goles en un mismo partido.
Hasta este 13 de noviembre, el legendario Just Fontaine ostentaba el récord de goles en un mismo choque. Hizo cuatro realizaciones en el mundial de 1958 en el encuentro ante la República Federal Alemana por el tercer y cuarto puesto (7-3) de aquel mundial disputado en Suecia y ganado por el Brasil de Pelé.
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