En el fútbol es común oír la frase “respetar procesos”. Y aplicarlos en un equipo o selección, implica confiar en un entrenador capaz de cumplir objetivos. Y si ese proceso se alarga mucho tiempo, el DT tiene que dejar un legado. Como patentar un estilo de juego, ganar títulos o formar jugadores.
Desde 1996, Arsene Wenger dirige el proyecto del Arsenal. El galo, DT activo más longevo en Primera División, vive un momento difícil y un sector de los hinchas, cada vez más grande, pide su cabeza.
Porque, al igual que Wenger en el Arsenal, otros entrenadores han pasado largas temporadas en un mismo club y el éxito se ha medido por la cantidad de trofeos que sumaron a las vitrinas. Ese es el caso de Alex Ferguson: 27 años y 38 copas.
Del mismo modo, en las selecciones nacionales, hay entrenadores que necesitaron tiempo para cumplir con los objetivos trazados. El caso más reciente es el de Joaquim Löw que esperó doce años para ser campeón del mundo.
Después de conocer solo dos casos de entrenadores longevos en un club o seleccionado, ¿Cómo valorar a Wenger, y a otros técnicos con tantos años?