La Reina Isabel II, la monarca más famosa del mundo, falleció este jueves a los 96 años en su castillo escocés de Balmoral, con su familia a su lado. Ahora, en todo el Reino Unido se llevará a cabo un acto protocolar para homenajear a su majestad. Y como no podía ser de otra manera, el fútbol (la Premier League para ser más exactos) no está exento de estas formalidades.
Según lo establecido por el país anglosajón, tras la muerte de la monarca, se decretará días de luto en lo que se denomina “Operación Puente de Londres”, lo que significa que diversos eventos será suspendidos, por lo que todo hace indicar que los partidos de todas las divisiones del fútbol inglés quedarán suspendidos hasta nuevo aviso.
Es sabido que a lo largo de la historia únicamente en dos oportunidades ha sido paralizada la liga inglesa en su totalidad. Ocurrió a finales de los años 30 e inicios de los 40 con la Segunda Guerra Mundial. Y varias décadas más tarde la pandemia del coronavirus hizo que, así como en todo el mundo, la Premier League sea paralizada por varios meses.
Situaciones similares ha vivido el fútbol del Reino Unido, pero no con tal magnitud. En agosto de 1997, por ejemplo, se dio a conocer el fallecimiento de la carismática Lady Di justo cuando se iba a desarrollar el partido entre Liverpool y Newcastle. Finalmente el duelo fue postergado para llevarse a cabo al día siguiente.
En tanto, cuando en 2021 el Príncipe Felipe, consorte de la Isabel II y duque de Edimburgo, perdió la vida, se realizó un minuto de silencio en todos los choques ligueros a modo de homenaje.
El deterioro de la salud de la monarca se aceleró en los últimos días. El martes había recibido al primer ministro dimisionario, Boris Johnson, y a su sucesora, Liz Truss, en su castillo escocés de Balmoral, renunciando por primera vez en su largo mandato a celebrar este acto protocolario en Londres, para evitar un viaje de 800 km.
Dos días después, la casa real anunciaba que sus médicos estaban “preocupados por la salud de su majestad y recomendaron que permanezca bajo vigilancia médica” en Balmoral.
Vale recordar que la salud de Isabel II empezó a preocupar al país cuando el pasado 20 de octubre, tras cancelar un viaje oficial a Irlanda del Norte y aceptar a regañadientes el consejo médico de guardar reposo, pasó una noche hospitalizada para someterse a unas pruebas médicas cuya naturaleza nunca se precisó.
Desde entonces tuvo que renunciar a eventos como la conferencia de la ONU sobre el clima, en noviembre de 2021 (COP26) en Glasgow o el tradicional discurso del trono con que cada año inauguraba la nueva sesión parlamentaria, una de sus funciones constitucionales más importantes que dejó a cargo de Carlos.
Entregada a su cargo con cuerpo y alma, había sobrellevado la pandemia, la devastadora muerte de su marido Felipe y las diversas crisis de la familia real. Entre ellas, el “Megxit”, el exilio de Enrique y Meghan a Estados Unidos, desde donde acusaron a la realeza de ser insolidaria y racista, cuestiones que la soberana prometió tratar en privado.
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