En el mundo del arte, pero sobre todo en el teatro, se entiende como ‘cuarta pared’ a la división invisible, imaginaria, que existe entre el escenario y los espectadores. La misma que se rompe cuando uno o más personajes deciden interactuar con el público y ser cómplices del montaje. A esto se le conoce como ‘romper la cuarta pared’.
En Milán ocurre algo similar con una vía muy conocida que conduce al estadio Giuseppe Meazza. Pero que muy pocos saben que dicha carretera, en realidad, sirve de división urbana, y sobre todo social, de las dos caras que tiene el barrio de San Siro: el norte y sur, el lado rico y el pobre, lo bonito y lo feo, lo seguro y lo inseguro.
Y tal cual como pasa en el teatro, este muro invisible lo rompen los actores, que en este caso son los hinchas tanto del AC Milan y del Inter de Milán. En cada jornada deportiva, los 'tifosi', como si de un ritual se tratara, recorren esta larga avenida que incluso cambia de nombre: de vía Monreal a vía Harar. Casi dos kilómetros de 'peregrinación'.
En San Siro parece no existir puntos de integración. La brecha es tal que no basta con vivir en el mismo barrio para ser parte del mismo. Pero así como la carretera marca una división, ésta misma se encarga, por medio de los hinchas, de que el único espacio en común, tanto para los que viven en el norte o para los que viven en el sur, sea el bendito fútbol.
La burguesía de San Siro
El lado norte, con condominios llenos de vegetación, instalaciones deportivas e ilustres inquilinos, como jugadores del Milan e Inter. El Hipódromo de la ciudad e incluso el propio ‘Meazza’ están de este lado de la vía.
El otro lado de la calle
En el lado sur de San Siro, considerada una área degradada, conviven italianos e inmigrantes de clase media y baja. Aquí no hay demasiado lugar para la vegetación, solo para estructuras de los años 50.
¿San Siro o Giuseppe Meazza? El otro enfrentamiento
La rivalidad de ambos equipos también se alimenta por el nombre del estadio. Los hinchas del Milan lo llaman ‘San Siro’; mientras que los del Inter, Giuseppe Meazza. ¿Quién tiene la razón?
"No existe como tal un cambio de nombre cuando es local uno u otro. Ocurre que el estadio lo empieza a construir el AC Milan en los años 20, se llamó ‘Nuovo Stadio Calcistico San Siro’ y fue propiedad ‘rossonera’ hasta 1935, cuando lo sede al Ayuntamiento de la ciudad”, explica Federico Titone, periodista italiano.
En 1947 el Inter jugó ahí su primer partido y fue entonces cuando ambos elencos acordaron compartir localía.
El nombre ‘Giuseppe Meazza’ aparece en 1980 a pedido del Inter, en homenaje al delantero que brilló con el ‘neroazzurro’. El AC Milan accedió, pues Meazza también había jugado una temporada en su equipo.
"La confusión parte de ese cambio, porque los aficionados milanistas jamás lo aceptaron y siguieron refiriéndose al estadio como ‘San Siro’ hasta el día de hoy".
Pero este domingo poco importará la división. Poco importará de que lado se llegue, pues tanto aficionados del Milan como del Inter volverán a 'romper' ese muro para dirigirse al que es considerado la tercera catedral de la ciudad, la 'Scala del calcio': 'San Siro' para los 'rossoneros' o 'Meazza' para los 'neroazzurros', para una nueva edición del 'Derbi della Madonnina'.