En una experiencia inédita en un país donde el deporte madre es el fútbol, un pelotón de aficionados del club Cerro Porteño, uno de los más populares de Paraguay, construye su nuevo estadio en el corazón de Asunción. 40 de los 320 obreros son aficionados del 'Club del Pueblo'.
Cuando se inaugure en septiembre, a un costo superior a los 15.000.000 de dólares, el coliseo futbolístico podrá albergar a 43.000 espectadores sentados y se convertirá en el más moderno en funcionamiento en Paraguay.
"Yo no quiero plata. Solo quiero que figure mi nombre como un hincha de Cerro que construyó su estadio", dice a la AFP Rodrigo Millán, uno de los más veteranos del grupo de 70 integrantes de la hinchada organizada, seleccionados para construir la obra de este club que nació en 1912.
"Ellos trasmiten mucha alegría. Levantan el ánimo del personal y contagian su amor por la camiseta hasta a los obreros ordinarios", explica el arquitecto jefe de la obra, Alfredo Angulo.
Con la consigna: "Un club construido por sus hinchas", la dirección del Cerro Porteño seleccionó a miembros activos de sus barras organizadas para entrenarlos y mandarlos a trabajar en esta experiencia única en el país.
Es un proyecto social "que busca romper un paradigma negativo que tiene la sociedad, muchas veces lapidaria, con respecto a las barras organizadas", remarca Fabián Bruzzone, gerente general del "Ciclón de barrio Obrero", como lo conocen, rebautizado "capital del sentimiento", por sus seguidores.
La obra se financia con la venta de palcos, 13 con vitrinas a nivel de césped con capacidad para 18 personas cada uno y 80 (palcos) a nivel superior, alquiler de salas de exposiciones, patios de comidas y shopping.
Cuenta con vestuarios calcados de los mejores coliseos de Europa, con monitoreo de cámaras de seguridad de alta tecnología, pantallas Led gigantes, uno de 16x9 metros, para observar el partido, y otro de 110 metros lineales por uno de ancho, para publicidad. AFP.