Justin Meram nació en Estados Unidos, pero hace tres años es parte de la selección nacional de Irak. El futbolista nacido en Michigan puede jugar por el país del Medio Oriente debido a que sus padres nacieron en dicho territorio.
El jugador estadounidense no tenía ningún problema en tomar un avión rumbo a Irak y defender los colores de dicho país. Sin embargo, desde que Donald Trump tomó las riendas de Estados Unidos, seguir con esta rutina podría ser contraproducente.
El republicano tomó la medida de no permitir el ingreso de personas procedentes de Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen e Irak. Es por esta razón que Justin Meram tuvo que darle la espalda a su selección.
El miedo de no poder cumplir con su club y estar lejos de su familia pudo más que el hecho de arriesgarse por cumplir una responsabilidad con su selección.
Justin Meram, de 28 años, vivió en carne propia lo que pasan todas las personas del Medio Oriente que han tratado de poner un pie en Estados Unidos. La corriente Trump empieza a poner trabas en el fútbol.
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