Son las nuevas estrellas de la Selección de España. Su rápido crecimiento en sus clubes los ha llevado a ser asiduos convocados por Luis Enrique y tienen a todos los focos de Europa apuntándolos. Adama Traoré y Ansu Fati son dos de los mejores jugadores de la actualidad en el balompié mundial. Sin embargo, no son los únicos futbolistas en sus familias, aunque tal vez sí los que tienen mejor suerte a día de hoy.
Mientras que Adama y Ansu continúan su vertiginoso ascenso en el Wolverhampton y FC Barcelona, respectivamente, sus hermanos Moha y Braima buscan hacerse su propio camino en el fútbol.
De 22 y 25 años respectivamente, Moha Traoré y Braima Fati, hermanos mayores, llevan una trayectoria más enfocada en el fútbol modesto, principalmente en Segunda B. El primero juega en el Vitória de Guimarães B, mientras que el segundo se encuentra en el Recreativo de Huelva.
Los hermanos ficharon por el Barcelona en el 2012, aunque según ‘Mundo Deportivo’, el club azulgrana puso la mira en el hermano mayor y ambos fueron subiendo escalones en La Masía, hasta que en la temporada 17/18, Braima fue encadenando cesiones y probando suerte por distintos equipos como CE Sabadell, Patro Eisden belga, FC Vilafranca, CD Calahorra y Santfeliuenc.
Esta temporada recién terminó por desvincularse de manera definitiva del FC Barcelona, poniendo fin a su etapa como azulgrana.
A diferencia de los hermanos Fati, Moha y Adama hicieron su carrera por separado. Con solo siete años, el FC Barcelona apostó por Adama, mientras que Moha se formó en el Badalona antes de fichar en el año 2012 por el rival de su hermano, el Espanyol.
En la 15/16, mientras Adama dejaba la cantera blaugrana para fichar por el Aston Villa, Moha se marchaba al Córdoba CF.
Y al tiempo que el hermano menor buscaba un lugar en Inglaterra pasando por el Middlesbrough para luego asentarse en el Wolverhampton, Moha pasaba sin consolidarse por el Cádiz, el NK Istra 1961 croata, el Melilla, el Hércules y finalmente el Recreativo de Huelva.
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