Justo antes de que el mundo entero se detenga a causa del coronavirus, la vida se detuvo para Ronaldinho el pasado 4 de marzo. El astro brasileño había sido convocado para un partido benéfico. Incluso varios niños lo fueron a recibir al aeropuerto internacional de Asunción, a donde llegó junto a su hermano Roberto. Pero dos días después de su arribo a Paraguay y tras prestar declaraciones durante ocho horas, él y su hermano fueron detenidos por ingresar al país con documentos falsos. Lo que parecía otro viaje de rutina para el exjugador del Barcelona terminó en un calvario que a la fecha ya lleva un mes y aún sin ver nada claro en cuanto a su libertad.
El campeón del mundo en el 2002, incluso, celebró su cumpleaños número 40 en la cárcel el pasado 21 de marzo junto a los otros reclusos, con quienes comió, mientras que la noche anterior cenó pez dorado a la parrilla, un plato típico de Paraguay.
El paso del tiempo hizo que el ex futbolista se adapte al encierro. Dinho comienza sus días con el tradicional desayuno compuesto por un “cocido” (infusión caliente de yerba mate) con leche y una galleta. Aunque también suele “beber mucho café”, de cuya preparación se ocupan él y Roberto en su habitación que tiene “dos camas, heladera, aire acondicionado y televisor”, según comentó Blas Vera, director del centro, en diálogo con EFE.
El 13 de marzo jugó su primer partido en la cárcel. Su equipo ganó 11 a 2, él marcó cinco goles y dio seis asistencias. Aunque también hace unos días, sus compañeros de encierro dieron a conocer que perdió en un partido de fútbol tenis contra otros dos presos, uno con sentencia por asesinato y otro por robo, competencia que trascendió el presidio y se viralizó en las redes sociales.
La ‘llave’ de su libertad la tiene la empresaria Dalia López, quien fue la que reclutó a ‘Dinho’ a través de la fundación caritativa Fraternidad Angelical, pero se encuentra prófuga con pedido de captura de Interpol. Seguramente lla podría aclarar la situación procesal del exfutbolista. Mientras tanto, Ronaldinho intenta mantener esa sonrisa propia de él, aunque desde luego, su estado de ánimo ya no es el mismo de ante.
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