Alexandre Pato es un brasileño cuyo nombre suena en el mundo del fútbol desde el 2006, allá cuando empezó a mostrarse con el Inter de Porto Alegre. Su buen momento le sirvió como trampolín para llegar al AC Milan y quedarse ahí durante seis temporadas, todas con altas y bajas, y codeándose con los mejores jugadores del momento.
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En la actualidad, Pato juega para el Villarreal y, con 27 años, tal vez ya no es la promesa en la que muchos tenían fe. Sus lesiones, que sumadas acumulan casi un año fueran de las canchas, lo obligaron a tratar de reiniciar su carrera. Durante una entrevista para FOX Sports Italia, el delantero habló sobre cómo vivió su llegada al cuadro rosonero.
"Conocí el Milan cuando estaba Berlusconi y cuando me fui todavía seguía. Sin él será muy diferente pero continuará siendo la imagen del equipo. Como presidente me trató muy bien. Al principio no quería dejarme volver a Brasil pero luego entendió que era lo mejor. Fue un 'gentleman' y se lo agradezco. Siempre tuve buena relación con él y Galliani", inició indicado Pato.
Criticado en su momento por la constante vida nocturna que se le tejió alrededor de su carrera, aprovechó para desmentirlo todo. "Los periódicos dicen muchas cosas pero nunca he permitido que mi vida privada entrara en el campo. Siempre he dado mi vida por el club, defendido a los compañeros y dado lo mejor por ellos", agregó.
El momento en el que el Milan lo recibió era sorprendente, sin embargo, de acuerdo a como lo pinta, los bandos estaban formados de acuerdo a las costumbres de los jugadores. "Cuándo llegué al Milan encontré tantísimos jugadores fortísimos. En el vestuario estaba sentado entre Ronaldo y Maldini y de frente tenía a Kaká. Uno de los primeros días que recuerdo fue cuando Ronaldo me mostró una revista de Playboy preguntándome si quería entrar en su grupo o si prefería ir al de Kaká señalándome algunas cosas religiosas".
Para cerrar sus declaraciones, Pato indicó que su sueño, luego de volver a Brasil, era tener la oportunidad nuevamente de mostrar su juego en Eruopa. Es consciente del equipo que lo rodea en el Villarreal y anhela poder jugar una final. Consultado sobre qué cosa cambiaría de su pasado, sin dudar habló sobre su alejamiento de las canchas: "si pudiera volver a atrás, no hubiera elegido estar un año sin jugar. No digo de quién es la culpa. El Milan está en mi corazón. Hoy he cambiado y ahora estoy bien".
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