La controversia generada tras el partido entre Venezuela y Bolivia por las Eliminatorias Sudamericanas parece haber llegado a un punto clave. Luego de la denuncia formal presentada por la Federación Boliviana de Fútbol, que acusaba a la delegación venezolana de haber cometido actos de “sabotaje logístico” antes del encuentro, la FIFA emitió un primer pronunciamiento que descartaría cualquier tipo de sanción inmediata contra la ‘Vinotinto’. La resolución, aunque preliminar, tiene implicancias directas para el cierre del proceso clasificatorio.
El reclamo de Bolivia apuntaba a demoras y trabas operativas en el regreso de su equipo, alegando que Venezuela incurrió en prácticas antideportivas que perjudicaron la planificación del plantel altiplánico. Incluso se llegó a especular con un posible descuento de puntos para la ‘Vinotinto’ en el proceso rumbo al Mundial 2026.
Sin embargo, tras revisar los informes técnicos, documentación oficial y reportes del tráfico aéreo, el ente rector del fútbol concluyó que no hubo pruebas concluyentes que sustenten una acción deliberada por parte del país anfitrión. Pese a que con la Selección Peruana, también se vivió una situación similar.
Desde Zúrich, sede de la FIFA, se dejó entrever que “las irregularidades observadas no configuran una violación intencional del reglamento”. En consecuencia, no se aplicará ningún tipo de sanción disciplinaria contra Venezuela por este caso. Con esta decisión, se cierra —al menos desde el plano internacional— la denuncia interpuesta.
A pesar de la postura firme de la FIFA, Bolivia aún no retira su denuncia y ha optado por continuar con el proceso dentro del ámbito de la Conmebol. Se prevé que en las próximas semanas se intercambien nuevos documentos, declaraciones y pruebas complementarias. No obstante, con el aval técnico de la FIFA ya establecido, las posibilidades de un cambio de escenario son reducidas.
La resolución representa un revés para la Selección Peruana, que, no se esperanzaba, pero estaba atenta a este caso con la esperanza de un giro favorable en la tabla de posiciones. Una sanción a Venezuela, actualmente en zona de clasificación, podría haber abierto una ventana de esperanza para la Bicolor en su intento por acercarse al repechaje.
Sin embargo, con esta decisión, las posibilidades matemáticas de Perú quedan aún más relegadas. La escuadra dirigida interinamente por Óscar Ibáñez deberá ahora concentrarse plenamente en cerrar su participación de forma digna ante Uruguay en Montevideo y Paraguay en Lima.
Venezuela, por su parte, podrá enfocarse exclusivamente en lo deportivo. Bajo el mando de Fernando Batista, la Vinotinto atraviesa una de sus mejores campañas históricas en Eliminatorias y sueña con alcanzar su primer Mundial. El objetivo es continuar en esa línea sin que factores externos desvíen su atención del campo de juego.
En tanto, Perú deberá tomar esta resolución como una confirmación de que no habrá atajos regulatorios hacia la clasificación. Las únicas vías posibles serán aquellas que se construyan dentro del campo. Con dos partidos por disputar y el margen mínimo, el equipo nacional está obligado a pensar en el futuro más allá de la tabla.
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