El presente, la estadística o la fe: cinco razones para creer en ganarle a Libertad [ANÁLISIS]

Líder y rumbo al ‘tri’

En el Perú, no hay ningún equipo que goce de mejor presente que Alianza Lima. Solo basta con mirar las estadísticas para darse cuenta de que el conjunto victoriano es el club con más puntos en el Torneo Apertura 2023 (24 unidades), el que más veces ganó (8), el que más goles anotó (16), el que menos goles recibió en cancha (4), el que ganó todos los puntos de local (100%), el mejor visitante y el que más veces dejó su arco en cero (6). Es decir, las cifras reflejan la campaña que ha mostrado el equipo de ‘Chicho’ Salas hasta el momento y demuestran que el equipo tiene serias opciones de conseguir el tricampeonato a fin de año.

No obstante, el reto está en trasladar ese buen momento en el fútbol local a la Copa Libertadores, donde la enorme racha de partidos sin ganar es una piedra en el zapato que urge sacar para aliviar cualquier tensión o dolor. Pero los números ya son una señal de que el equipo va bien, siempre con cosas por corregir y mejorar. El debut ante Athletico Paranaense, más allá del resultado, fue positivo, porque dejó la sensación de que hay material para competir; sin embargo, parece insuficiente cuando se trata de jugar esta clase de torneos. Habrá que dar un plus para por fin celebrar una victoria.

Alianza y su presente inmejorable

Si desde la estadística en el torneo local no es suficiente para creer en un triunfo, vayamos más allá y miremos el presente futbolístico del equipo. Dejemos los números a un lado, hay razones para considerar que el buen momento de Alianza Lima tiene mucho que ver con el nivel que vienen mostrando la gran mayoría de sus jugadores, como es el caso de Pablo Sabbag. El delantero colombiano es el goleador del equipo esta temporada con cinco tantos, pero por encima de eso está la capacidad que posee para marcar diferencias en un partido. El ‘Jeque’ es un ‘9′ que contagia, va al roce, busca el espacio y maneja ambos perfiles. Ha marcado de derecha, izquierda y de cabeza, un todoterreno de carácter temperamental que no sabe cuándo rendirse. Y ese ejemplo debería ser replicado por el resto de sus compañeros.

Carlos Zambrano es otra de las figuras de este Alianza Lima y el comandante de la primera línea de defensa. Su nombre impone respeto, pero a la vez es sinónimo de elegancia. El juego que ha mostrado el ‘León’ ha sido silencioso, perfil bajo y suficiente para mantener cualquier peligro fuera de la zona roja. Y al igual que Zambrano, emerge la silueta de Andrés Andrade, otro de los refuerzos que llegaron este año a Matute para marcar la diferencia en ambos torneos. El ‘Rifle’ viene mostrando un nivel en ascenso y Alianza necesita ahora más de él para celebrar su primera victoria en la presente Libertadores.

El factor ‘Chicho’ Salas

Jugar la Copa Libertadores es un desafío para todo equipo peruano en los últimos años. Alianza Lima está dentro del saco con una estadística que pretende borrar ante Libertad en Asunción. Y para lograrlo, es necesario apoyarse en quienes saben cómo ganar en ese lugar y en el mismo torneo. ‘Chicho’ Salas salió victorioso en el 2003, cuando los blanquiazules vencieron 1-0 a Olimpia, y ahora intentará hacer lo mismo desde su cargo como DT.

La experiencia de Salas también juega en esta clase de partidos. Sabe lo que es pisar el Defensores del Chaco, el césped de la cancha, el ambiente que se vive, el aire que se respira y el calor que sofoca. Conoce cuál es la característica de un equipo paraguayo y cómo juega en la copa. Si bien el fútbol moderno cambió, sigue jugándose 11 contra 11 y un balón. La diferencia está en el trabajo físico y táctico que el comando técnico de ‘Chicho’ ha trabajado para este partido. Y todos conocemos a Salas, un entrenador que estudia a sus rivales. ¿Tiene permiso para equivocarse? Sí, desde luego; pero en la copa es diferente. El margen de error es mínimo y el factor Salas tiene que aparecer para creer en la victoria.

Un acto de rebeldía

Acompañado al factor Salas tiene que estar la actitud del plantel para jugar un partido de esta magnitud. Es importante la estrategia, el juego táctico y el tema físico para rendir a un nivel superlativo en los 90 minutos; pero también es clave la rebeldía para inclinar la balanza hacia el lado blanquiazul. No solo basta con jugar bien, sea de manera defensiva u ofensiva, hay que ganar los partidos y esa es la deuda de Alianza. El equipo no ha recibido goles en la copa, lo cual es un mérito a medias, porque tampoco los ha marcado. Entonces, es imperativo encontrar el equilibrio y rebelarse ante la adversidad de una situación límite. Si hay que correr riesgos para ganar, Salas tendrá que hacerlo.

Por ejemplo, contra Paranaense en Matute, los grones fueron superados en el primer tiempo e incluso pudieron irse al descanso con un el marcador en contra. Si eso pasaba, ¿el equipo estaba condiciones de rebelarse en la cancha y emparejar, por lo menos, el marcador? Esa interrogante, seguramente, quedará en el aire; pero lo cierto es que se notó un cambio de actitud en la segunda mitad, donde incluso Alianza tuvo ocasiones para generar peligro. Entonces, la idea es esa y Salas tiene la misión de ejecutarla de acuerdo al manual. La rebeldía, la actitud, la entrega y el honor no se negocia. El club necesita hoy de sus líderes dentro y fuera de la cancha. Es el momento de aparecer.

La familia llamada Alianza

Y esos mismos líderes son quienes guían al equipo por el camino correcto. Lo que Alianza Lima ha demostrado es ser una familia más allá de cualquier problema externo o frase desafortunada que intenta desestabilizar al grupo. Lo que ha hecho Salas es blindar a sus jugadores, meterlos dentro de las cuatro paredes de Matute y solidificar la unión del plantel, teniéndolo a él como principal cabeza. Dicen que Alianza es una familia y, como tal, se necesita de sus miembros para empujar todos hacia el mismo destino. Los futbolistas se han mostrado decididos en ese aspecto y buscan que el ambiente sea el más idóneo para enfrentar cada partido. Eso tiene que salir a flote este jueves en Asunción.

Desde los más experimentados como Josepmir Ballón y Hernán Barcos, hasta los nuevos integrantes del grupo como Pablo Sabbag y Andrés Andrade, es necesario el aporte de todos para conseguir la victoria en la Libertadores. Todos juegan un rol importante en el equipo y Alianza ha transmitido es mensaje de unión a los hinchas. Si el grupo está fuerte mentalmente, lo estará también físicamente. Y eso, por lo menos, es una señal del compromiso que los jugadores tienen para enfrentar este desafío. Que estas razones alimenten la ilusión en el pueblo blanquiazul.

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