Alianza Lima enfrenta uno de sus partidos más trascendentales de este año: Libertad puede significar la bisagra para esta versión superlativa de un equipo obligado a soñar en grande y debería ser también el juego que ponga a prueba la credibilidad del entrenador Guillermo Salas y el ‘chocolate’ de Christian Cueva. Alianza, líder absoluto y posible campeón del Apertura este domingo, urge afianzar este martes que todo lo logrado hasta este punto, entre torneo local y Libertadores, no es producto de la casualidad ni la consecuencia natural de contar con un plantel muy por encima del promedio local; sino que es el resultado de un DT y una idea de juego con jugadores convencidos.