En el fútbol, como en el amor, la lesión más difícil de superar suele ser la emocional. Soldado el hueso, es en el corazón -mejor dicho en la mente- donde se resuelven las grandes posibilidades de reencontrarse con el éxito. Christian Cueva, otrora monarca del ‘chocolate’ y casi, casi símbolo patrio; es hoy un exjugador en proceso de reconciliación con el fútbol. Y, principalmente, consigo mismo.