"A la Victoria volveremos para verte campeonar" ha dejado ser el cántico que el fanático blanquiazul entona convencido. Serán 10 años los que Alianza Lima no puede campeonar. Porque más que corazón le hará falta para ganar y acabar con lo que parece una maldición.
Aquí cuatro errores que no debería cometer la administración de Alianza Lima, encabezada por Renzo Ratto, con Pablo Bengoecha. El pasado debería ser su mejor ejemplo.
1. Definir un estilo de juegoCon Roberto Mosquera, Alianza Lima no solidificó un estilo de juego. Más bien, tuvo chispazos de buen fútbol, como la victoria ante Sporting Cristal en el Alberto Gallardo. Con Jayo Legario, los íntimos siguieron caminando a ciegas en el campeonato y se toparon con 3 derrotas de cinco partidos disputados. Y, cuando ganaron, parecía un milagro del Señor de Los Milagros.
Independientemente de las derrotas, la forma en cómo caía derrotado Alianza Lima disgustaba y mucho. Se trataba, pues, de un equipo empeñoso en atacar y desvirtuado para defender.
2. Evaluar rendimientosActualmente, Alianza Lima tiene una banca de nombres y no de hombres, encabezada por Johnnier Montaño. El colombiano se la pasó más en las rehabilitaciones que en las canchas de fútbol. Vino del campeón Melgar para ser titular en La Victoria. Y no lo fue. De hecho, se convirtió en una carga más que una solución a la generación de juego. Muchas exceptiva se generó en torno a su regreso.
Otro caso es el de Reimond Manco. El atacante renovó con Alianza Lima, porque Mosquera pretendía recuperar su mejor versión y terminó jugando en el Torneo de Reserva. Con Jayo, ni siquiera ha jugado. Entonces, ¿para qué llegaron?
3. Contratar refuerzos, no 'paquetes'El regreso de Walter Ibáñez a Alianza Lima significó la mayor de las decepciones para los fanáticos. El 'Colo' no fue el Ibáñez blanquiazul del 2012, 2013 o 2014. Su falta de minutos en la Universidad Católica le jugó en contra a la defensa íntima. Lejos estuvo de ser el líder de la zaga y su capitanía despertó el peor de los rechazos.
Mejor ejemplo, imposible.
4. Respaldo
Imponer jugadores a Pablo Bengoechea para que comience su proceso sería el peor error de la dirigencia de Alianza Lima. Muy por el contrario, el uruguayo deberá rodear al club con jugadores de su plena confianza. Ellos, de hecho, interpretarán de mejor forma su idea de juego. Consecuentemente, el clima laboral será mejor y se acabarán los rumores de pasillos.
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Aquí cuatro errores que no debería cometer la administración de Alianza Lima, encabezada por Renzo Ratto, con Pablo Bengoecha. El pasado debería ser su mejor ejemplo.
1. Definir un estilo de juegoCon Roberto Mosquera, Alianza Lima no solidificó un estilo de juego. Más bien, tuvo chispazos de buen fútbol, como la victoria ante Sporting Cristal en el Alberto Gallardo. Con Jayo Legario, los íntimos siguieron caminando a ciegas en el campeonato y se toparon con 3 derrotas de cinco partidos disputados. Y, cuando ganaron, parecía un milagro del Señor de Los Milagros.
Independientemente de las derrotas, la forma en cómo caía derrotado Alianza Lima disgustaba y mucho. Se trataba, pues, de un equipo empeñoso en atacar y desvirtuado para defender.
2. Evaluar rendimientosActualmente, Alianza Lima tiene una banca de nombres y no de hombres, encabezada por Johnnier Montaño. El colombiano se la pasó más en las rehabilitaciones que en las canchas de fútbol. Vino del campeón Melgar para ser titular en La Victoria. Y no lo fue. De hecho, se convirtió en una carga más que una solución a la generación de juego. Muchas exceptiva se generó en torno a su regreso.
Otro caso es el de Reimond Manco. El atacante renovó con Alianza Lima, porque Mosquera pretendía recuperar su mejor versión y terminó jugando en el Torneo de Reserva. Con Jayo, ni siquiera ha jugado. Entonces, ¿para qué llegaron?
3. Contratar refuerzos, no 'paquetes'El regreso de Walter Ibáñez a Alianza Lima significó la mayor de las decepciones para los fanáticos. El 'Colo' no fue el Ibáñez blanquiazul del 2012, 2013 o 2014. Su falta de minutos en la Universidad Católica le jugó en contra a la defensa íntima. Lejos estuvo de ser el líder de la zaga y su capitanía despertó el peor de los rechazos.
Mejor ejemplo, imposible.
4. Respaldo
Imponer jugadores a Pablo Bengoechea para que comience su proceso sería el peor error de la dirigencia de Alianza Lima. Muy por el contrario, el uruguayo deberá rodear al club con jugadores de su plena confianza. Ellos, de hecho, interpretarán de mejor forma su idea de juego. Consecuentemente, el clima laboral será mejor y se acabarán los rumores de pasillos.
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"A la Victoria volveremos para verte campeonar" ha dejado ser el cántico que el fanático blanquiazul entona convencido. Serán 10 años los que Alianza Lima no puede campeonar. Porque más que corazón le hará falta para ganar y acabar con lo que parece una maldición.
Aquí cuatro errores que no debería cometer la administración de Alianza Lima, encabezada por Renzo Ratto, con Pablo Bengoecha. El pasado debería ser su mejor ejemplo.
1. Definir un estilo de juegoCon Roberto Mosquera, Alianza Lima no solidificó un estilo de juego. Más bien, tuvo chispazos de buen fútbol, como la victoria ante Sporting Cristal en el Alberto Gallardo. Con Jayo Legario, los íntimos siguieron caminando a ciegas en el campeonato y se toparon con 3 derrotas de cinco partidos disputados. Y, cuando ganaron, parecía un milagro del Señor de Los Milagros.
Independientemente de las derrotas, la forma en cómo caía derrotado Alianza Lima disgustaba y mucho. Se trataba, pues, de un equipo empeñoso en atacar y desvirtuado para defender.
2. Evaluar rendimientosActualmente, Alianza Lima tiene una banca de nombres y no de hombres, encabezada por Johnnier Montaño. El colombiano se la pasó más en las rehabilitaciones que en las canchas de fútbol. Vino del campeón Melgar para ser titular en La Victoria. Y no lo fue. De hecho, se convirtió en una carga más que una solución a la generación de juego. Muchas exceptiva se generó en torno a su regreso.
Otro caso es el de Reimond Manco. El atacante renovó con Alianza Lima, porque Mosquera pretendía recuperar su mejor versión y terminó jugando en el Torneo de Reserva. Con Jayo, ni siquiera ha jugado. Entonces, ¿para qué llegaron?
3. Contratar refuerzos, no 'paquetes'El regreso de Walter Ibáñez a Alianza Lima significó la mayor de las decepciones para los fanáticos. El 'Colo' no fue el Ibáñez blanquiazul del 2012, 2013 o 2014. Su falta de minutos en la Universidad Católica le jugó en contra a la defensa íntima. Lejos estuvo de ser el líder de la zaga y su capitanía despertó el peor de los rechazos.
Mejor ejemplo, imposible.
4. Respaldo
Imponer jugadores a Pablo Bengoechea para que comience su proceso sería el peor error de la dirigencia de Alianza Lima. Muy por el contrario, el uruguayo deberá rodear al club con jugadores de su plena confianza. Ellos, de hecho, interpretarán de mejor forma su idea de juego. Consecuentemente, el clima laboral será mejor y se acabarán los rumores de pasillos.
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"A la Victoria volveremos para verte campeonar" ha dejado ser el cántico que el fanático blanquiazul entona convencido. Serán 10 años los que Alianza Lima no puede campeonar. Porque más que corazón le hará falta para ganar y acabar con lo que parece una maldición.
Aquí cuatro errores que no debería cometer la administración de Alianza Lima, encabezada por Renzo Ratto, con Pablo Bengoecha. El pasado debería ser su mejor ejemplo.
1. Definir un estilo de juegoCon Roberto Mosquera, Alianza Lima no solidificó un estilo de juego. Más bien, tuvo chispazos de buen fútbol, como la victoria ante Sporting Cristal en el Alberto Gallardo. Con Jayo Legario, los íntimos siguieron caminando a ciegas en el campeonato y se toparon con 3 derrotas de cinco partidos disputados. Y, cuando ganaron, parecía un milagro del Señor de Los Milagros.
Independientemente de las derrotas, la forma en cómo caía derrotado Alianza Lima disgustaba y mucho. Se trataba, pues, de un equipo empeñoso en atacar y desvirtuado para defender.
2. Evaluar rendimientosActualmente, Alianza Lima tiene una banca de nombres y no de hombres, encabezada por Johnnier Montaño. El colombiano se la pasó más en las rehabilitaciones que en las canchas de fútbol. Vino del campeón Melgar para ser titular en La Victoria. Y no lo fue. De hecho, se convirtió en una carga más que una solución a la generación de juego. Muchas exceptiva se generó en torno a su regreso.
Otro caso es el de Reimond Manco. El atacante renovó con Alianza Lima, porque Mosquera pretendía recuperar su mejor versión y terminó jugando en el Torneo de Reserva. Con Jayo, ni siquiera ha jugado. Entonces, ¿para qué llegaron?
3. Contratar refuerzos, no 'paquetes'El regreso de Walter Ibáñez a Alianza Lima significó la mayor de las decepciones para los fanáticos. El 'Colo' no fue el Ibáñez blanquiazul del 2012, 2013 o 2014. Su falta de minutos en la Universidad Católica le jugó en contra a la defensa íntima. Lejos estuvo de ser el líder de la zaga y su capitanía despertó el peor de los rechazos.
Mejor ejemplo, imposible.
4. Respaldo
Imponer jugadores a Pablo Bengoechea para que comience su proceso sería el peor error de la dirigencia de Alianza Lima. Muy por el contrario, el uruguayo deberá rodear al club con jugadores de su plena confianza. Ellos, de hecho, interpretarán de mejor forma su idea de juego. Consecuentemente, el clima laboral será mejor y se acabarán los rumores de pasillos.
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