Hace unas horas, ‘Don’ Willy Quevedo, el padre de Kevin, apagó una vela más de la torta. Era su cumpleaños y la fiesta en el corazón de La Victoria se celebró a punta de abrazos fraternos. Estar rodeado de la familia fue lo más importante para el patriarca. No hubo descontroles en un barrio acostumbrado a observar excesos. Muy por el contrario, el cabeza de una familia numerosa festejó con el orgullo de haber forjado en disciplina a un futbolista con cualidades interesantes.
Pero la mística de los cumpleaños emergen precisamente del factor sorpresa y ‘Don’ Willy Quevedo recibió la suya de los brazos de Kevin. Era una pelota blanca con detalles rojos y marcada con plumón negro con las iniciales de Alianza Lima. No tenía el auspicio de Adidas o Nike o Puma. Más bien, era sobria, como ese día pero con mucho significado para ‘El Potrillo’, porque con ese balón hizo su primer póker como joven profesional.
En una casa decorada por cuadros y diplomas de Kevin, ‘Don’ Willy recibió su trofeo. Y claro, solo un oficinista a tiempo completo con alma de exfutbolista puede apreciar este tipo de gestos de una joven promesa que busca la consolidación para que sus piernas más tarde lo lleven a trotar por el fútbol extranjero.
Actualmente, Kevin Quevedo está totalmente recuperado y buscará sumar algunos minutos en el choque que protagonizará Alianza Lima ante Real Garcilaso en el debut por el Torneo de Verano.
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