El director deportivo de Alianza Lima, Víctor Hugo Marulanda, no deja de trabajar. En estos momentos de crisis, el directivo, desde el aislamiento obligatorio, se encarga de que las cosas caminen derecho en del club. Su primera misión –y que tuvo un final exitoso– fue cerrar con Mario Salas como nuevo técnico del equipo.
¿Cómo han sido los trabajos virtuales con Mario Salas?
De conocimiento con los jugadores, personal administrativo y el cuerpo técnico. Conversó con Daniel Ahmed para ver el tema técnico, que será direccionado por ambos.
¿Fue fácil llegar a un acuerdo?
Antes del partido ante Racing me reuní con él para ver si había conexión con la metodología de trabajo. Con dos personas de su comando técnico me mostró cómo desarrollaban su método y con esa base hubo una conexión. Luego lo expuse al directorio, hubo consenso y a los dos días ya estábamos cerrando con él.
¿Su manejo de la disciplina pesó al decidir?
Primero nos fijamos en la competencia y los desempeños. Desde la final del 2018 que disputó con Cristal lo vengo siguiendo, porque me gustó la forma cómo juegan sus equipos. Comencé a averiguar más de él y su metodología. Cuando pasó lo de Pablo (Bengoechea) apuntamos a su nombre y se dio.
¿Cuál fue la reacción del grupo ante su llegada?
Conversé con varios de los chicos y me encontré con una buena percepción hacia él. Se presentó con ellos y hay una palabra clave para comenzar bien: confianza. Tenemos la confianza en que Mario puede ser un gran líder, que nos lleve por un buen camino esperando conseguir el objetivo.
¿El objetivo con Mario Salas sigue siendo el título o se está pensando también a futuro?
Cuando uno presenta un proyecto, está construido bajo esos objetivos. Está en el ADN de Alianza no solo esta jugar bien, sino conseguir títulos. ¿Cómo? Se verá en el día a día. Pensamos en Mario Salas porque es un entrenador al que le gusta ganar y campeonar. Tiene nuestro apoyo y confianza.
¿Qué pasó con Pablo Bengoechea? ¿Hubo un cortocircuito con los jugadores?
El camerino lo respetó mucho y hay temas que jamás se van a hablar, pero nunca vi desgastada la relación. En sus declaraciones, el profesor dejó algunas consideraciones en el aire, pero me parece que siempre manejó bien el grupo. Nunca vi discusión ni disputa. Al final, fue él quien tomó la decisión de no continuar.