Alianza Lima estaba obligado a ganar para borrar el sinsabor que le dejó la derrota ante Universitario de Deportes en el mismo Matute. Y es que nada fácil fue para el conjunto blanquiazul escuchar por los pasillos del recinto el eco que dejaba los rumores sobre una posible salida de Roberto Mosquera.
El técnico de Alianza Lima, fiel a su estilo, asimiló la responsabilidad que implica dirigir a un equipo grande rodeado de presiones, el cual busca soluciones inmediatas a los 9 años de errores que costaron alzar el título nacional. Roberto volvió a ser el Mosquera de Sport Huancayo y asumió el riesgo de replantear a un equipo herido emocionalmente que deambulaba por la sala de los cuidados intensivos: movió a seis jugadores que fueron de los más discutidos en el duelo ante los de Roberto Chale.
Francisco Duclós, a sus 20 años de edad, debutó profesionalmente en el fútbol peruano con aprobación sobresaliente. El lateral izquierdo demostró atrevimiento para encarar en el ataque y tuvo mucho criterio para volcar su velocidad y fuerza a la defensa, su principal prioridad.
Más allá de que su presencia correspondiera a una necesidad de sumar en la bolsa de minutos, Duclós demostró que no es la mejor opción para ejecutar los tiros libres, pero al menos su performance fue un llamado de atención para que Luis Trujillo despierte y no se sienta con el puesto asegurado. Mosquera gano a un jugador joven y con ganas de comerse la cancha. Su trabajo: seguir puliendo sus errores.
Acostumbrado a hacer un trabajo bueno y silencioso, Eduardo Uribe y su polifuncionalidad contribuyeron a crear una defensa más compacta, en donde Miguel Araujo y Walter Ibañez se sintieron arropados de protección ante los contragolpes rápidos que podía crear Borges o Jiménez por el carril derecho. Lección aprendida, entonces.
Los buenos 60' que jugó Pierre Larrauri fueron sinónimo de su recuperación física y emocional. El volante de Alianza Lima reemplazó a Willyan Mimbela y le otorgó a su equipo ese orden, equilibro y movilidad que perdió Alianza Lima en la derrota ante Universitario.
Hoy, Roberto Mosquera fue un verdadero ajedrecista. Movió a sus piezas y le dio luz verde al ingreso de Josimar Atoche para asociarse a la pareja de volantes encabezada por Óscar Vílchez y Oswaldo Ramírez, que tomó el puesto de Reimond Manco e hizo un trabajo más solidario para recuperar los balones pero esta vez por la derecha.
Roberto Mosquera no movió su habitual sistema de juego, pero sí diseñó un planteamiento más defensivo. Es decir, tomó sus precauciones, dejó de lado el ego que lo llevó a perder la cabeza en la derrota ante Universitario, que aún le duele al pueblo aliancista.
A pesar de que sufrió sustos en los últimos minutos por no saber cerrar el encuentro, Alianza Lima ganó 2-1 a Defensor La Bocana y la fiesta comenzó con el cumpleañero Julio Landauri. El volante alegró la fiesta con un tanto 'a tres dedos' como se le denomina en el argot futbolístico. Landauri vio en su gol la mejor recompensa a su rendimiento sostenido. No cabe duda que es el jugador más destacado de este Alianza 2016.
Alianza Lima festeja al ritmo de Julio.
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