“¡Mejor ponte la de Alianza!”, le grita un chico que pasa a su lado, mientras él se toma la foto con la camiseta puesta. “Cuando campeonen”, responde riéndose. Fernando Armas es así: aguanta bromas porque vive haciéndolas.
Es chiclayano, pero crema desde niño. Cuando su papá lo llevaba a ver al Aurich, él se enamoraba de Universitario de Deportes. Y no le importa ocultar su hinchaje. Ya se acostumbró a jugar clásicos en la cancha, con jugadores y artistas, en las redes, con hinchas y hasta en su propia casa, con su esposa.
¿Por qué eres de la ‘U’?
A mí me dicen “eres de Chiclayo, deberías ser de Juan Aurich”. Yo quiero al Aurich por ser de mi tierra, pero yo recuerdo que mi papá me llevaba al Elías Aguirre y a mí me gustaba ver a la ‘U’. Veía un equipo que quería seguir viendo, con la garra de siempre. Me llamaba la atención el color crema y la actitud de sus jugadores.
O sea, ¿tu papá te llevaba a ver al Aurich y tú alentabas a Universitario?
Yo quería un empate, jaja. Mi papá es del Aurich. Él me llevaba a ver fútbol. Tengo hermanos de Cristal y Alianza. Somos 11 en total. Todos tenemos a Aurich en nuestro corazón, pero cada uno tiene su hinchaje puro. Está bien, soy chiclayano, pero soy de la ‘U’. Hincha y socio... y debo también, jaja.
¿De niño estuviste en alguna escuela de fútbol?
No tuve la oportunidad, pero siempre jugaba en mi barrio. A los 14 me rompí la pierna y no pude jugar un año y medio. Fui al huesero. Soy pelotero, al punto de que estoy inaugurando canchitas de fulbito en Chiclayo, porque a mi esposa y a mí nos gusta.
¿Ella también es hincha de Universitario?
No, para nada. Mi esposa es de Alianza. Ya sabes los clásicos que nos jugamos, jajá. Y, obviamente, siempre gana la ‘U’, aunque ella quiere ganar los puntos en mesa.
¿Te ha generado problemas ser públicamente tan hincha?
Sí, pero los sorteo con humor. Los de Alianza, por ejemplo, no tienen correa. Al único jugador que no pueden contratar es Aquino, jajá. Trato de ser cauto. Algunos no entienden el humor, el sarcasmo y les duele. Yo vivo de humor. Me controlo porque las redes son muy agresivas.
¿Veías los partidos de Universitario de niño en Chiclayo?
No pasaban fútbol por TV. La radio siempre era nuestra compañía y yo escuchaba, pero no de mi casa. El vecino, que era carpintero, prendía su radio a todo volumen –por el ruido de su ‘chamba’– y nosotros nos pegábamos a la pared para escuchar el partido de Universitario contra cualquier rival.
¿Te hubiera gustado ser futbolista o lo ves como ‘hobby’?
Sí, me hubiese gustado, pero no tenía las condiciones. Hasta ahora toco la pelota y la devuelvo rápido, aunque ahora con más precisión y criterio. Me gusta jugar de mediocampo para adelante. Hacer goles. No le entro al choque porque nunca me gustó. Siempre fui temeroso, por eso creo que el fútbol no era para mí.
Pero sin ser profesional has pisado el Nacional...
Mis hermanos y yo podemos estar en cualquier lugar, pero todos los domingos nos vamos a jugar pelota. Es nuestra ley. Y siempre les digo eso: he jugado en el Monumental, en el Nacional, en el ‘Lolo’ y en Matute sin ser profesional. Es la gran satisfacción que me ha dado el ser artista: estar con la camiseta de la ‘U’.
Alguna ves estuviste también en la Noche Crema, ¿no?
Sí, ahí jugué pelota con estrellas. Íbamos perdiendo y le dije al árbitro “ya pues, no puede perder la ‘U’”. Me dijo “métete al área y cáete”. ¡Tuve una caída más actuada! A lo ‘Churre’ (Paulo) Hinostroza, jajá. Me golpearon en la mitad del campo y me fui a caer al área. Penal. Lo pateó el ‘Puma’.
¿Tienes amigos en el mundo del fútbol?
Precisamente el ‘Puma’. Nos hicimos ‘patas’ por la imitación. Quien le hace popular la frase “la ‘U’ es la ‘U’” soy yo. Era lo único que decía y yo lo repetía en mis imitaciones. Era un vacilón. Era un personaje como Toledo. Salgo y con poner la cara nomás la gente se ríe. Es un personaje.
¿Nunca se ‘picó’?
Cuando postuló a la alcaldía (de Comas, en 2006) su esposa me llamó. Me dijo “ya no lo vaciles mucho, que está en campaña”. Él es muy noble. Podrá haber mostrado una actitud matonesca en el fútbol, pero es un gatito. Para hablar lisuras ahí sí dice 40 en una frase: “oe, conchet...”, pero dile que haga un comentario: “pelota, fuera, lateral”.
¿Eres de ir al estadio?
El año pasado no fui mucho, pero sí me gusta ir a ver a Universitario. Aunque he visto a otros también. Una vez me fui al Aurich vs. Alianza en Matute. Agachadito. Todo el mundo sabe que soy hincha de la ‘U’, pero fui a Occidente y con mi familia, más tranquilo.
¿Alguna vez has ido a la tribuna popular?
Una vez. Estaba en Lima y no tenía mucha noción del estadio y me metí… ¡pero a la barra de Alianza! Yo no era conocido aún. Me fui solo y entré a Sur en Matute. Ya no pude salir, tuve que estar ahí nomás. Ganó la U, pero no pude gritar nada.
¿Por qué fuiste solo?
No tenía con quien ir. Yo llegué a la capital a los 17 y luego venía esporádicamente solo para ponerme en vigencia, porque luego hacía ‘showcitos’ como “el ganador de Trampolín”. No tenía amigos en Lima para decirles “oye, vamos al estadio”. Por eso siempre me iba solo nomás.
¿Y en qué momento te vuelves socio del club?
¿Sabes quién me hizo socio? El expresidente, Javier Aspauza (ente 2001 y 2004). Hice un show para las familias de Universitario por Navidad. Por la plata que iba a cobrar, me dijo “te doy efectivo y te hago socio de la U”. Bacán, dije. Y desde ahí me quedé como socio.
¿Coleccionas algo?
Cada vez que viajo me compro una ropa deportiva. Del equipo que sea. Puedo regalar esos polos, pero los de la ‘U’ nunca. Tengo 50, pero no los regalo. Me compro originales, pero nunca me desprendo. Por mi equipo yo he llorado. La ‘U’ es un sentimiento.