Con 52 años, Soraya Taravay jugó la Liga Femenina 2021 con FC Killas (Foto: Mujeres Fútbol Club)
Con 52 años, Soraya Taravay jugó la Liga Femenina 2021 con FC Killas (Foto: Mujeres Fútbol Club)

“Hago el mismo entrenamiento que el resto. Me siento bien”, afirmó Soraya Taravay, la futbolista de 52 años que demostró que la edad no es ningún impedimento para lograr aquellos objetivos que siempre soñaste. El 2021 fue parte de la con y disfrutó, por primera vez en su vida, de un campeonato cercano a lo profesional y televisado, enfrentando a UTC y Universitario de Deportes. Algo que a inicios de los años 70 nunca hubiera imaginado.

“El 2021 hemos sido muy afortunadas de que la Liga Femenina sea televisada. Es un plus adicional súper grande. Muestra a las chicas y hace que la motivación sea mucho mayor, porque están los familiares observando, al igual que los amigos. Lamentablemente, con el tema de la pandemia no pudo haber público presencial, pero en líneas generales creo que ha sido un gran inicio”, le dijo Soraya a Depor.

Asimismo, confesó que a pesar de ser la jugadora más longeva del campeonato, no tuvo ningún impedimento para participar del torneo, donde hubo chicas desde los 14 años, como es el caso de Mariale Espejo de Sporting Cristal (14). “Esta temporada ha sido bastante fuerte, porque hubo muchas niñas, gente joven. Pero en el club, hago el mismo entrenamiento que el resto. Me siento bien”, afirmó.

Eso sí, resaltó el esfuerzo que tuvo que hacer día a día para llegar a los entrenamientos. “Creo que lo que más me jugó en contra es la lejanía a la zona de entrenamiento. Nosotras entrenamos de 5:45am a 8:30 am, por lo que tenemos que estar despiertas a veces desde las 3 am para llegar con tiempo. Eso genera un desgaste mayor”, contó la integrante de FC Killas, que tuvo que luchar desde pequeña para ser aceptada en un mundo que, según la sociedad, solo era de hombres. Peor aún, en el siglo XX.

“Cuando era pequeña no era como ahora. El fútbol era netamente de hombres y era mal visto si una niña lo practicaba. Sin embargo, yo tengo dos hermanos mayores y en nuestro barrio no había mujeres. Entonces, cuando salíamos me tocaba jugar con ellos al fútbol. Me gustaba y me llamaba muchísimo la atención. Tanto así que aprendí a jugar y bien. Todos me miraban y preguntaban quién era, porque hacía goles”, explicó la deportista.

De esta manera, su talento la llevó a ser parte de un equipo de fútbol de varones. Sus padres le aceptaron, aunque con una condición un tanto particular. “Empecé a ir a ver a mi hermano a sus torneos y ahí un policía me consultó si quería estar en su equipo, que no importaba que no era varón. La única condición que me puso mi madre era que vaya con faldita, pero yo llegaba a la esquina y me la sacaba automáticamente. Tenía mi short debajo”, nos dijo entre risas Soraya.

Hoy, esos estereotipos ya casi han desaparecido y las chicas cuentan con un torneo digno, que este 2022 está programado para iniciar a fines de marzo. “Creo que el campeonato ha sido muy importante para que las niñas puedan convencer a sus padres de que las sigan apoyando. Algo que es fundamental en las etapas formativas o de menores”, aseguró.

Soraya ingresó ante UTC y Universitario de Deportes  (Foto: Mujeres Fútbol Club)
Soraya ingresó ante UTC y Universitario de Deportes (Foto: Mujeres Fútbol Club)

El otro lado de Soraya Taravay

La vida de Soraya cambió de repente a los diez años. La niña de aquel entonces perdió a sus padres y tuvo que ingeniárselas para sobrevivir. Y aunque tuvo que ponerle pausa, por un momento, al fútbol, descubrió una nueva etapa en su vida, ligada a la vocación de servir al prójimo. Algo que mantiene hasta hoy. “Viví realmente sola. Tuve que trabajar para poder terminar la secundaria y pagar el cuarto donde estaba. Allí tenía mi dormitorio, baño, cocina, todo separado por una tiza. Fueron épocas muy duras, pero que me ayudaron a forjarme como persona y profesional”, le confesó Soraya a Depor.

“Para mí fue una etapa bastante difícil, dura, hasta que terminé la secundaria y decidí ser policía. Sin embargo, ingresé a fines de los 80, en esos años difíciles de terrorismo. Mi promoción fue la primera de mujeres policías en llevar un curso de lucha antisubversiva, ya que la mayoría, en aquella época, tenía labores más de oficina. Me tocó ver cosas atroces que hasta hoy me generan sensaciones extrañas, pero que a la vez me ha insertado en la cabeza ese deseo porque el Perú avance”, agregó.

Y aunque hoy ya está retirada de la Guardia Civil, Soraya mantiene su esencia. Se dedica a cuidar ancianos y está a punto de empezar a ejercer una nueva profesión. “Durante de la pandemia estuve haciendo terapias cognitivas para personas con demencia senil y cuidando ancianos. Pero, he llevado cursos de Seguridad Industrial, que es a lo que estoy a punto de empezar a dedicarme. Creo que ello también va de la mano con mi vocación de servicio”, afirmó.

En cuanto al fútbol, este año, Soraya ha decidido dar un paso al costado, pero seguirá luchando a ras de cancha, como entrenadora, para que el fútbol femenino en nuestro país continúe creciendo. “Con respecto, a si continuaré jugando, creo que, considerando mi experiencia y sobre todo mi edad, lo mejor es dar un paso al costado para darle espacio a los que vienen de abajo. Sin embargo, yo soy Killas al 100% y voy a quedarme, solo que ya no dentro del campo, sino fuera. Estoy haciendo un curso para obtener la licencia de técnica y poder seguir en el club. Es mi idea”, sentenció.


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