El fútbol genera emociones. Podemos reír y llorar en segundos. No importa el género, edad o nacionalidad. Seamos jugadores, técnicos, periodistas o hinchas. Sentimos los momentos y en este todos hablan –bien o mal- de Gianluca Lapadula. Aquel muchacho que en 2016 sonó fuerte para jugar por Perú en la Copa América. La respuesta del futbolista –italiano de nacimiento y de madre peruana- no fue la que se esperaba. Al menos para Ricardo Gareca.
Él quería jugar por la ‘Azzurra’ y no veo lo malo. Se cansaba de hacer goles en el Pescara y lo quería el poderoso AC Milan. ¿Ustedes qué hubieran hecho? Sin Lapadula, el ‘Tigre’ encontró alternativas y clasificó al Mundial teniendo a Guerrero como figura y goleador.
Han pasado cuatro años y su nombre ha vuelto a sonar. Tiene 30 años, juega su tercera temporada seguida en la Serie A y mete goles.
¿Es elegible hoy en el universo del ‘Tigre’? Estoy seguro que sí, porque Paolo y Jefferson jugarán su último proceso eliminatorio y necesitamos un recambio que hoy solo tenemos con Ruidíaz. Lapadula será opción siempre que esté dispuesto. Al diablo si no habla español, no come ceviche o no llora al cantar el himno. Solo importa que haga goles y sea profesional.
¿Es complicado el trámite para ser convocado? Todo es posible si el jugador y la FPF lo quieren así. Sí creo que Gareca hoy no lo tiene en cuenta. Como alguna vez dijo el ‘filósofo’ Juan Gabriel, “lo que se ve no se pregunta”. Seamos emocionales, pero respetemos las decisiones de los demás.