A fines del 2019, Kevin Quevedo era uno de los nombres más mencionados entre los jugadores peruanos que merecían emigrar. Sus 17 goles con Alianza Lima, que lo posicionaron como el tercer máximo artillero de la temporada en la Liga 1, consolidaron su carrera tras su debut profesional tres años antes con la camiseta de Universitario de Deportes. Después de algunas idas y vueltas, finalmente llegó al Goiás de Brasil, pero su paso por el club no fue positivo y tuvo que regresar a Perú. A inicios de este año, tras destacar en Deportivo Garcilaso, le llegó su segunda oportunidad de salir al extranjero. Esta vez, su destino fue Ecuador para unirse a la Universidad Católica, club donde cumple con las expectativas de Jorge Célico, quien lo dirigió en Cusco y lo llevó al país norteño.
Hasta hoy, Kevin Quevedo ha disputado 17 encuentros con la Universidad Católica: 12 por la Liga Pro y cinco en la Copa Sudamericana. Sus números en ataque registran dos goles y dos asistencias, siendo pieza clave en el once de Célico, quien se tomó un tiempo al cierre de la primera mitad de año para dialogar con Depor. El DT argentino, con mucho recorrido en el fútbol ecuatoriano, elogió el rendimiento del peruano, quien asegura ha cumplido sus expectativas y que poco a poco se va adaptando al fútbol físico en el que está logrando destacar.
¿Cómo analiza estos primeros meses de Kevin Quevedo en Universidad Católica?
La verdad que muy bien. Él empezó con el pie izquierdo, porque llegó a Quito ya para la pretemporada y tuvo que ser operado de una apendicitis. Eso lo marginó unos 20 días y viajó a Colombia. Nosotros hicimos la pretemporada en Bogotá y, lamentablemente, él estuvo directamente recuperándose en Bogotá. Así que, a pesar de eso, arrancó muy bien y ya está muy adaptado al país. Está a gusto. Cuando yo hablo con él, está feliz aquí y en el equipo también.
¿Cumplió Quevedo con las expectativas que usted tenía en él para jugar en Ecuador?
Yo veo un progreso diario en él. Ha tenido momentos muy buenos y otros en los que ha pasado desapercibido. Sin embargo, estoy contento porque sé que terminará adaptándose al fútbol ecuatoriano. Este es un fútbol más complicado desde lo físico, más fuerte y rápido que el peruano. Obviamente, el fútbol peruano tiene un nivel técnico muy alto, pero aquí el tema físico cuesta y él se está adaptando a eso.
¿Qué le falta a Kevin Quevedo para ser titular en su equipo?
Él ha salido del equipo simplemente por una lesión en el talón, que ya está mejor. Por ejemplo, va a jugar de titular en el partido clave contra Liga de Quito el sábado. Ya está recuperado. Ayer (miércoles) jugamos y tuvimos una derrota, y él fue a la banca, pero solo por cuidarlo. Hoy en día, Quevedo es titular.
¿En qué posición viene jugando Quevedo en Católica?
Es titular como extremo derecho. En la izquierda juega el chico Ismael Díaz, de la selección de Panamá, que es un buen jugador. Como centrodelantero tengo otras dos opciones. A veces, cuando Quevedo tuvo problemas físicos, lo reemplazaba Fajardo, un exjugador del Cusco FC.
El fútbol ecuatoriano es muy físico. ¿Le costó a Quevedo adaptarse a este aspecto?
Está trabajando mucho en el gimnasio del club, en todas las áreas. Se nota que ha cambiado mucho. En Garcilaso estaba un poco pasado de peso, pero ahora está muy bien físicamente. Cabe destacar que no pudo hacer la pretemporada completa debido a la apendicitis. Sin embargo, ha mejorado mucho su aspecto físico.
¿Qué fue lo que más le llamó la atención de Quevedo para recomendar su fichaje en Católica?
Me gusta que es un extremo que no solo busca la profundidad, sino que también se asocia bien con sus compañeros. Es un jugador que utiliza mucho el engaño, algo que se ha perdido en el fútbol actual. Antes de iniciar una jugada, siempre realiza un amague de distracción. Además, tiene buena asociación, remate de media distancia, gol y también es rápido y tira buenos centros cuando profundiza. Para mí es un delantero completo, un extremo completo.
Un llamado a Jorge Fossati
¿Cree que Kevin Quevedo, a sus 27 años, todavía tiene mucho por mejorar y seguir jugando fuera de Perú?
Ahora se está consolidando en un fútbol difícil, pero ya se ha destacado y mucha gente habla bien del peruano. Creo que primero debería ser convocado a la selección de Perú. Conozco a los jugadores peruanos y me da la sensación de que él puede estar a la par de cualquiera. Estoy seguro de que eso le daría un gran impulso anímico que le permitiría rendir aún más y seguir destacándose en la liga ecuatoriana o saltar a otra liga.
¿Jorge Fossati o alguien de su comando técnico le consultó por Kevin Quevedo?
No, la verdad que no me ha llamado nadie. Creo que él estaba en una lista amplia de jugadores, pero no he recibido ninguna llamada. Ojalá le echen un ojo aquí y lo vean jugar. En caso de que Fossati estuviera interesado, me hubiera llamado directamente, ya que nos conocemos del fútbol ecuatoriano. Él dirigió Liga de Quito mientras yo era técnico del Nacional, y hemos hablado en varias ocasiones.
Primera experiencia en el fútbol peruano
¿Qué recuerdos tiene de su paso por Deportivo Garcilaso?
Yo estoy muy agradecido con Garcilaso. Me trataron muy bien. Creo que, humildemente lo digo, pude darle algunas alegrías al equipo y al club. Pero particularmente ha sido una linda experiencia. Primero porque Cusco es muy especial, es una ciudad muy mítica, llena de historia y cosas lindas. Y la gente es muy cariñosa con su equipo. Y como nos fue más o menos bien, ya que pudimos sacar algunos resultados importantes y clasificar al equipo por encima de nuestros dos compañeros de patio, Cusco y Cienciano, tuve la posibilidad de recibir mucha calidez de la gente en Garcilaso.
Usted fue el artífice de la primera clasificación de Garcilaso a una copa internacional. ¿Le hubiese gustado seguir en el equipo y jugar la Sudamericana?
Sí, lo que pasa es que le expliqué a Edgar Cantuta (presidente) cuál era mi situación. Mi situación era que mi esposa no podía viajar a vivir conmigo allá. Y la verdad que sin mi esposa y mi hijo se me hacía muy difícil quedarme un año más. Él me ofreció la renovación, me ofreció seguir en el club. Pero le explicaba yo que no era eso lo que me satisfacía. No por el club, sino por el hecho de estar lejos de mi familia. Se me complicó. Si no, yo estaba muy contento en el club y ellos me ofrecieron una y otra vez la renovación.
¿Qué le pareció el fútbol peruano? ¿Le quedaron ganas de volver?
Me gustaría volver, sí. Ahora tengo más tranquilidad porque mi hijo ya se encaminó. Estaba en la etapa de los 18 años, recién graduándose, no sé, buscando dónde estudiar, qué estudiar, qué hacer con su vida. Entonces yo tengo ahora la posibilidad de ir. Y me encantaría, sí, me gustaría, porque tiene un buen nivel técnico. Creo que se pueden armar bien los equipos. Hay instituciones, más que otras, como en todos lados pasa, que tienen poderío económico, con lo cual no me parece que sea tan difícil armar buenos equipos. Aparte, me acostumbré rápido al fútbol peruano.
¿Notó muchas diferencias entre el fútbol ecuatoriano y el fútbol peruano?
Para mí el fútbol peruano tiene muchísima más riqueza técnica, en general, y el fútbol ecuatoriano también tiene su riqueza técnica, pero desde lo físico es realmente un fútbol muy fuerte. Pero no solo al lado del peruano, al lado del colombiano pasa lo mismo. Entre los equipos de la región, Ecuador tiene un gran crecimiento en su liga. Tiene jugadores muy físicos, desde la velocidad, desde la saltabilidad, desde la potencia. Y el fútbol peruano tiene lo otro, tiene muchos más jugadores técnicos, de pegarle a la pelota tipo tres dedos, de esa exquisitez que es llamativa. Pero habría que hacer un mix de las dos cosas, yo creo que el fútbol peruano pegaría un salto enorme si así fuera.
El fútbol de menores en el Perú
Cuando estuvo acá, ¿tuvo la posibilidad de conocer cómo se trabaja el tema de menores?
Sí, creo que no es un buen trabajo el de menores, y creo que ahí está otra de las razones por las cuales le cuesta mejorar a la liga. ¿Por qué lo digo? Y no es crítica, siempre es con el afán de que las cosas mejoren, debe haber mayor competitividad, mayor, digamos, extensión en las categorías menores. Debería haber más partidos anualmente que permitan acumular minutos a los jugadores, que les permita crecer más rápido. Debería haber complejos deportivos y canchas acordes a menores. La federación peruana tiene que poner las reglas y exigir que los clubes inviertan mucho más en sus divisiones menores. Creo que eso le daría un gran salto de calidad al fútbol peruano. Y hacerlo de manera descentralizada, porque n Cusco también hay talento, en varias provincias hay talento.
¿Cuál fue el éxito de Ecuador en el tema formativo, que posteriormente se vio reflejado en el tercer lugar del Mundial Sub 20 en el 2019?
El éxito que tuvimos armando esa selección fue viajar por todo el país y recolectar talentos en lugares donde quizás la oferta de fútbol es menor. O sea, no eran jugadores de Quito ni de Guayaquil, sino de todo el país. Y me parece que en Perú pasa lo mismo, hay buenos jugadores en Cusco, hay buenos jugadores en Lima, hay buenos jugadores en Arequipa. El tema es darle ese sostén de crecimiento, que tiene que ver con la estructura de trabajo, con la metodología, con la cantidad de partidos, con la cantidad de categorías que juegan en divisiones menores. Eso va a hacer que el fútbol peruano crezca terriblemente, sin duda.
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