¿Qué lecciones nos dejó Alemania y qué cambios de Reynoso podemos esperar ante Marruecos?. (Foto: Jesús Saucedo/ GEC)
¿Qué lecciones nos dejó Alemania y qué cambios de Reynoso podemos esperar ante Marruecos?. (Foto: Jesús Saucedo/ GEC)

Lo dijo el mismo hace unos días en conferencia de prensa; esta nueva versión de la no está para tentar a la suerte, sino para competir. Luego del 2-0 frente a Alemania, el discurso se alteró y atinó a una etapa más educativa bajo el mensaje de “total aprendizaje”. Reynoso arriesgó y terminó exponiendo a sus dirigidos con un sistema en el que a la mayoría le asaltaba la novedad y cuyo rendimiento se agudizaba con experimentos osados como el de Renato Tapia jugando de último hombre. Perder ante Alemania puede suponer una obviedad. El problema es el cómo perdimos, experimentar tanto con recursos tan cortos pone en evidencia a un entrenador que parece aún estar conociendo a su plantel.

Reynoso quiso jugar como Reynoso, con sello propio, y terminó jugando como una versión no tan buena de la que nos tenía acostumbrados Gareca. Regaló un primer tiempo o lo usó para ensayo y error, depende de cómo quieren verlo. Lo que sí está claro es que ante Marruecos deberá tomar mayores precauciones.

Veremos si insiste con el 3-5-2 y termina volviendo al 4-3-3 que el equipo conoce casi en automático. Cualquiera sea la elección, Tapia seguramente volverá al mediocampo. Quizá pruebe a Carlos Zambrano, quien tras la derrota advirtió que al equipo le faltó algo más de agresividad. Ante los marroquíes parece ser un escenario propicio para poner a prueba su distinción entre agresividad y violencia. Es una opción.

El otro gran pendiente sigue siendo encontrar un generador de mejor fútbol ante la ausencia de Christian Cueva. André Carrillo podría ser una apuesta. Eso sí, como finalizador es poco probable que vuelva a insistir con Raúl Ruidíaz, un jugador desgastado para el puesto desde hace ya buen tiempo, sea por la forma de jugar del equipo o por el rival y cómo se termina desenvolviendo el partido. Ruidíaz cumple este 27 de marzo cinco años desde su último gol con la blanquirroja.

Ni el gol con la mano que eliminó a Brasil y clasificó a Perú en la Copa América 2016 pudo hacer que se gane el corazón del hincha.

¿Qué queda? Improvisar con Alex Valera o arrancar con Gianluca Lapadula, único artillero de jerarquía comprobada tras la ausencia de Paolo Guerrero para tentar eso que Reynoso busca: competir.

Más allá de lo que pase ante Marruecos, el gusto futbolístico de Juan Reynoso se apapacha del afecto y respaldo propio de una relación entre técnico e hincha que recién empieza a cuajar, que comienza a conocerse y definir el tenor de sus altos y bajos. Eso sí, a diferencia de su antecesor Ricardo Gareca, el entrenador peruano padece del carisma y la empatía que funciona como una especie de salvavidas cuando el resultado es adverso.

La forma en que perdimos ante Alemania debería ser un aviso. Una caída ante Marruecos volvería a ser examinada desde el cómo. Y ahí será juzgado el exentrenador de Cruz Azul.

El trabajo de Juan Reynoso se sostiene -por ahora- en la expectativa que genera un nuevo inicio tras siete años con Gareca. El reto, para él, será saber ganarse la confianza del hincha, a mediano plazo, en base a resultados y recobrar eso que logramos en las dos últimas eliminatorias: competir. Complicado con un precedente exitoso reciente (que pesa) y porque el universo de jugadores, antes que ampliarse, parece haberse reducido. Veremos. Hoy, tiene el crédito de la novedad.

Empecemos por preguntarnos si es válido postular que Alemania llegaba desmejorado por la ausencia de sus principales figuras. Digamos que sí. Sin embargo, a las carencias del rival le superon, con amplitud, nuestras limitaciones. ¿Para qué jugamos entonces ante un rival ampliamente superior? Para probar. Reynoso urge imprimir su sello a esta selección, una con un juego aderezado siete largos años por Gareca y cuya premisa es reinventarse a partir del uso -casi- de las mismas piezas.

Aprender a jugar como quiere Reynoso (con línea de tres, por ejemplo), puede ser la principal tarea de estos dos amistosos. Los nuevos roles y automatismos son parte de un termómetro previo a las Eliminatorias. Los intérpretes no han cambiado mucho, solo han envejecido; pero enfocarse en nuevas apariciones debería ser un siguiente paso. Hoy hay que pelear con una nueva adaptación de lo que ya tenemos y, en ese camino, encontrar la suerte y el acierto. No hay otra...

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