Todo el país fue testigo del abrazo interminable que protagonizaron Ricardo Gareca y Christian Cueva. Lloraron juntos y ambos no sabían cómo actuar. Solo saludaban y sonreían. Sin embargo, el ‘Tigre’ decidió celebrar en privado, en su camerino, lejos de las cámaras y de las miradas.
Por supuesto, una foto que publicó la FPF reveló el gran momento que veía Ricardo Gareca en los camerinos. Pocas veces se le vio sonreír tanto. Inclusive, nadie se imaginó ver su humanidad en los brazos de los futbolistas.
“Me llamaron y me tiraron para arriba, fue algo diferente. Nunca me había pasado, acá no se acostumbra este festejo, es algo más de Europa. En otros títulos hubo manifestaciones de alegría, como tirarme agua”, dijo Gareca a Clarín.
Por otro lado, Gareca confesó sentirse emocionado con la visita inesperada de Christian Bassedas, el exmánager de Vélez Sársfield que confió en el ‘Tigre’ como técnico del cuadro argentino, con el que toco el éxito.
“Su presencia me generó mucha felicidad. Fue una emoción que viniera a ver el partido con Nueva Zelanda en Lima. Siempre le voy a estar muy agradecido porque se la jugó dándome la posibilidad de dirigir a Vélez”, agregó.
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