Perú goleó 5-0 a Bolivia el 17 de julio de 1977 y clasificó al Mundial Argentina 1978. (Diseño: Depor)
Perú goleó 5-0 a Bolivia el 17 de julio de 1977 y clasificó al Mundial Argentina 1978. (Diseño: Depor)

En el fútbol hay muchas maneras de afrontar la derrota: cayendo en la resignación del fracaso, pasando página sin enmendar los errores –propiciando un nuevo tropiezo con la misma piedra en un futuro– o mirando hacia adelante, con la cabeza en alto, para cobrarte la revancha. Esto último hizo la para clasificar al , luego del estrepitoso tropiezo vivido hacia Alemania 1974. Y es que si había una manera de que una generación llena de talento pudiera recomponerse de la eliminación que sufrieron en manos de Chile en 1973, era esta, clasificando a la justa mundialista en tierras argentinas.

El dolor de quedar fuera de un Mundial se siente el doble cuando en el plantel uno repasa lo nombres de Teófilo Cubillas, Hugo Sotil, Héctor Chumpitaz, Ramón Mifflin, Roberto Chale, Percy Rojas, José Velásquez y Juan José Muñante, entre otros; muchos de ellos en su mejor momento. La derrota ante la ‘Roja’, en una llave en donde el equipo dirigido por Roberto Scarone era el claro favorito para acceder al repechaje intercontinental, fue un golpe que significó un choque contra la realidad para la ‘Blanquirroja’. La prensa, los hinchas, los propios jugadores y todo lo que rodeaba al fútbol peruano por aquellos años, se vio obligado a masticar el fracaso para, posteriormente, resurgir de las cenizas como el ave fénix.

Y de qué manera: ahora con Marcos Calderón en el banquillo, la Selección Peruana no solo apuntó con todo hacia Argentina 78, sino también hacia la Copa América 1975, la misma que ganó luego de un histórico triunfo sobre Colombia con gol de Hugo Sotil. Aquel título le dio vitalidad al equipo y poco a poco el mal recuerdo de la eliminación ante los chilenos quedó en el pasado. Con eso, la tarea estaba incompleta y hacía falta volver a la Copa del Mundo para que el pueblo peruano vuelva a sonreír en el fútbol.

El camino en la liguilla

Para las Eliminatorias hacia el Mundial 1978, debido a que Argentina ya estaba clasificado por ser el país anfitrión, Sudamérica tuvo a nueve selecciones participantes para luchar por dos cupos directos y uno hacia un repechaje intercontinental. El formato era el siguiente: tres grupos con la misma cantidad de equipos cada uno, los tres primeros de cada serie clasificaban a una liguilla final –a un solo partido en cancha neutral, a llevarse a cabo en Cali–, en la que dos clasificaban directamente y el último se iba a la repesca.

La Selección Peruana no tuvo problemas para exorcizar los fantasmas de 1973 y terminó líder del Grupo 3, dejando en el camino a Ecuador y Chile –sí, la tan ansiada revancha tuvo un sabor dulce–. Esto llevó a que en la liguilla final todo se definiera contra Brasil y Bolivia, que dio la sorpresa en el Grupo 2 al superar a Uruguay y Venezuela. Así pues, la lógica en esta instancia era una sola: la ‘Canarinha’ clasificaría como siempre y la ‘Verde’ sería el rival a vencer; de darse esto, el boleto mundialista sería para el equipo de Marcos Calderón.

Perú clasificó a la liguilla final como líder del Grupo 3. (Foto: Archivo GEC)
Perú clasificó a la liguilla final como líder del Grupo 3. (Foto: Archivo GEC)

Lo curioso de ese cruce ante Bolivia fue que no generó mucha expectativa en la hinchada peruana. Según las crónicas de aquellos días, la victoria sobre Chile por 2-0 en el último partido de la ronda de grupos, con goles del ‘Cholo’ Sotil y Juan Carlos Oblitas, fue la victoria que todos necesitaban para sentirse en el Mundial, ya que daban por descontado lo que sucedería después. Aquel 26 de marzo de 1977, cuando terminó el cotejo con el combinado sureño, los hinchas ingresaron al campo para festejar con sus ídolos. ¡Qué postal!

Pero para el grupo de la Selección Peruana había un partido por delante y sabían que tenían que ganarlo, dejando atrás la derrota ante Brasil (1-0) en el estreno en la liguilla. Los altiplánicos, entre tanto, llegaban con la moral por los suelos después de haber recibido un contundente 8-0 del ‘Scratch’. Entonces, el 17 de julio del mismo año, el estadio Olímpico Pascual Guerrero fue testigo del cierre de una campaña inolvidable, con un 5-0 que está alojado en la memoria de los peruanos.

La cereza al pastel: un 5-0

Más allá del abultado resultado, durante los primeros minutos a la ‘Blanquirroja’ le costó dominar el balón. Todo cambió cuando apareció Teófilo Cubillas para poner el 1-0 a los 25′ y el de la tranquilidad a los 44′, encendiendo los festejos de los peruanos que acudieron al Pascual Guerrero. El 3-0 de José Velásquez, a los 64′, terminó por ahogar las ilusiones de los bolivianos y por fin empujó a la ‘Bicolor’ hacia un encuentro más tranquilo.

Teófilo Cubillas anotó un doblete en aquella victoria peruana en Cali. (Foto: Archivo GEC)
Teófilo Cubillas anotó un doblete en aquella victoria peruana en Cali. (Foto: Archivo GEC)

El 4-0 de Percy Rojas (75′) y el 5-0 nuevamente del ‘Patrón’ (89′) rubricaron una victoria que, si bien confirmaba la presencia peruana en el Mundial Argentina 1978, no apaciguó las críticas de un sector de la prensa que esperaba un rendimiento en consonancia con la goleada. Al margen de eso, finalmente Perú consiguió su tercera presencia mundialista después del dolor que significó no estar en Alemania 1974 y la segunda por méritos propios tras México 1970.

Hoy, 46 años después de aquella recordada clasificación, quizá tome otro valor el hecho inolvidable de conseguir un boleto a una Copa del Mundo. Hace muy poco nuestra generación vivió el dolor de quedar fuera de una por tan poco, lo cual invita a una pequeña reflexión respecto al disfrute del momento. Para el resto está la nostalgia, para recordar lo que pasó y posiblemente no vuelva a suceder. Esperemos que lo que esté por venir sea diferente y con un festejo acorde a las circunstancias. Lo necesitamos.


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