Faltaban dos minutos para que acabe la serie de longboard, María Fernanda Reyes no había tomado ninguna ola en todo el heat; mientras que Chloé Calmon ya tenía un puntaje ponderado de 6.64. El tiempo empezaba a ser su principal rival, sin la posibilidad de encontrar esa ola (el mar estaba muy movido y llegaban olas de hasta cinco metros), no lo pensó dos veces, vio una grande y decidió arriesgarse. No podía irse de Santiago 2023 sin puntuar, mostró sus mejores maniobras en esos segundos y logró remontar en el final.
Un cierre de película para ‘Mafer’. Una sola ola le bastó para ganar la final, llevarse el oro y de paso cobrarse la revancha frente a su rival brasileña, que le había ganado en Lima 2019. Hoy, esa medalla dorada que porta con orgullo es el reflejo de años de trabajo. Y ya de regreso a Lima, Depor conversó con la campeona panamericana de longboard para que nos dé más detalles de aquella final en Santiago 2023 y lo que representa esa presea.
Mafer, tarea cumplida con el oro y esa revancha de Lima 2019...
Sí, ya en casa con la medalla de oro, de la plata al oro, contenta de haber subido al podio, cantar el himno del Perú y dejar la bandera siempre en alto.
La final se pintó para que sea totalmente épica, tomando solo una ola faltando dos minutos...
Yo no entendía nada, porque yo no escuché mi puntaje, no escuché cuánto me dieron, sé que necesitaba como seis puntos y tenía una interferencia. Me dije: ‘tienes que agarrar una ola, no te puedes ir sin agarrar una ola’. Busqué y agarré una, y la disfruté, pensaba solo en mostrar mi surfing. Quería demostrar lo que había entrenando y no podía irme sin nada. No sabía que había ganado hasta que llegué a la orilla, yo pensé que había perdido, pero todos me dijeron ‘ganaste’. No entendía nada, empecé recién a asimilarlo, tuve un montón de emociones encontradas, porque entre la adrenalina, las olas, y los 30′ de competencia todavía estaba tratando de entender lo que había pasado.
De por sí las condiciones del mar fueron un poco bravas, ¿verdad?
Los primeros días el mar estaba súper divertido, pero dos días antes de la final vino una tormenta. Un día antes había olas de seis, siete metros y al día siguiente las olas todavía seguían grandes como de cuatro metros. De afuera se veía bien, pero ya adentro era otra cosa, veías un monstruo adentro. No tenía nervios, tenía miedo y lo digo porque es verdad. El miedo te hace ser más consciente de lo que vas a hacer, porque es otro tipo de entrenamiento correr olas grandes, pero me metí y dije: ‘voy a entrar y voy a agarrar una ola hasta donde llegue mi límite’. Y la encontré. Decía: ‘no mires atrás’, y fui como el caballo, miré recto. Me costó encontrar la ola, la corriente estaba difícil, pero Dios me mandó esa ola, tomé la oportunidad y fui.
Mientras estabas en el mar y no tomabas una ola, ¿qué pasaba por tu mente?
La verdad, estaba esperando que no me caiga esa masa de agua de 5 metros. Así como estaba yo, ella también lo estaba. Mi competidora también estaba igual. Venía la ola y nos abríamos, porque venían olas gigantes. Venía una ola gigante, imagínate, ¿qué voy a hacer? Y decía, ‘¿qué hago si me cae esa ola?’ Se me rompe la pita, se me rompe la tabla, se me va el aire. No sabía qué hacer. Tenía que agarrar una ola, ella tenia la prioridad, la ola vino, ella se abrió, no marcó y mi reacción fue tengo que tomarla sin mirar atrás, la ola era grande, pero me controlé, pensaba ‘no te caigas’, luego la ola se puso más grande y ya de ahí me salí. Al parecer hice algo que ella no había hecho.
Hace cuatro años, en Lima 2019, si alguien te decía que tendrías tu revancha contra la brasileña y le ganarías el oro, ¿te lo creías?
Yo creo que sí, muchas personas me decían, ya va a venir tu revancha, te la vas a encontrar en Santiago, no te preocupes, vas a ver que vas a llegar más madura. Y es cuestión de creérsela. Estos cuatro años he venido mejorando y trabajando día a día para ser mejor, para no quedarme estancada, uno siempre tiene que pulir y mejorar su nivel. Creo que eso se mostró en Santiago.
¿Qué es lo que viene para ti, Mafer?
Aún no sale el calendario del próximo año, esperemos que vengan todos los mundiales, el Tour Profesional y los Panamericanos del surf. Mientras tanto tengo un campeonato invitacional en México, donde corren las mejores del longboard, voy a ir en mayo del próximo año para allá a demostrar mi nivel.
El sueño de que el longboard sea olímpico está ahí...
Sería increíble, dicen que se ve positivo que el longboard entre a Los Ángeles 2028. El presidente de la ISA está diciendo que está luchando para que ingrese así que queda esperar. Estados Unidos tiene un montón de representantes de longboard, así que seguro van a querer que esté para buscar esa medalla en la modalidad. El sueño no para, yo voy a seguir lista y preparada para competir. Y si se da el ingreso al ciclo olímpico, competir y clasificar, y quién sabe, traer una medalla olímpica, sería un sueño hecho realidad.
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Bachiller en Ciencias y Artes de la Comunicación con mención en Periodismo por la Pontificia Universidad Católica del Perú, con estudios en Gestión Deportiva en Evolución Conmebol y Marketing Digital. Tiene más de cinco años de experiencia en periodismo digital, escrito y multimedia.