¿Puedes identificar los números que aparecen en esta ilusión óptica? Esta es la premisa con la que un acertijo visual viene causando revuelo entre los usuarios de las redes sociales, ya que todos los que se animan a participar obtiene resultados distintos.
En Twitter, el usuario @benonwine compartió una imagen el pasado 16 de febrero que muestra el número camuflado en un remolino circular en blanco y negro. ¿Tres dígitos? ¿Cuatro dígitos? Presta mucha atención para que puedas dar con la respuesta correcta.
Para que veas que no estamos jugando con tu mente, solo podemos decirte que todos los números se encuentran en el mismo nivel. ¿Cuántos pudiste ver? Como siempre, en la parte final del texto te ofrecemos la solución a esta entretenida ilusión óptica.
Si llegaste hasta aquí, quiere decir que te diste por vencido y aquí te ofrecemos la respuesta correcta: 3452839. ¿Pudiste adivinarlo? En la publicación de Twitter, los internautas señalan que, pese a saber la solución, no lograron ver todos los dígitos mencionados.
De acuerdo al diario británico Daily Mail, esta ilusión óptica en particular funciona jugando con la sensibilidad al contraste. Esta es una función visual importante cuando las personas intentan separar los objetos de sus fondos.
En situaciones de la vida real, como conducir con poca luz o niebla, donde el espectador necesita un mayor nivel de sensibilidad al contraste para que se reduzca el contraste entre los objetos y sus fondos, entre especialmente en vigor.
Las condiciones oculares como las cataratas o el glaucoma pueden causar una sensibilidad deficiente al contraste. Si tiene un nivel más alto de sensibilidad al contraste, probablemente haya visto los 7 dígitos de inmediato.
Una ilusión óptica es una imagen que engaña el sistema visual, desde el ojo al cerebro, y lo lleva a percibir la realidad de forma distorsionada. Las ilusiones ópticas pueden suceder de manera natural o ser creadas por efectos visuales específicos, es decir, puede hacer que percibamos un objeto que no está presente, dando una imagen distorsionada de la realidad, detalla el sitio oftalvist.
Las ilusiones ópticas llevan a percibir la realidad de manera distorsionada a través de la vista. Pueden ser de carácter fisiológico, asociadas a los efectos de una estimulación de los ojos o el cerebro; o cognitivo, en la que interviene nuestro conocimiento del mundo, precisa el sitio web redalyc.org.
De acuerdo el sitio web computerhoy.com, la imagen engaña a nuestro cerebro a través del efecto Troxler, que hace que filtremos la información constante hasta que dejamos de percibirla. Como el cerebro no recibe información nueva, los estímulos en nuestra visión periférica adquieren la naturaleza del entorno que los rodea, que en este caso es un fondo blanco.
El cerebro necesita encontrar un significado y un equilibrio en todo lo que ve, y a todos los datos enviados por los sentidos. ¿Y qué ocurre cuando no encuentra una respuesta frente a una ilusión óptica? Pues el cerebro decide “reinterpretar los datos a través de sus propias estadísticas y, después de haber extraído la información disponible, llega a una conclusión”, detalla el portal español La Vanguardia.
Las ilusiones ópticas fisiológicamente ocurren durante la conexión del hemisferio derecho y el izquierdo del cerebro; gracias a esto tenemos la capacidad de percepción, que no es otra cosa más que la forma en la que interpretamos “las sensaciones que recibe a través de los sentidos para formar una impresión inconsciente o consciente (si se le puede aplicar discernimiento) de la realidad física de su entorno”. “También denominado como el proceso constructivo por el que organizamos las sensaciones y captamos conjuntos o formas dotadas de sentido”, detalla Wikipedia.
A menudo lo hace jugando con los colores y los contornos de las figuras para crear una falsa sensación de movimiento. De alguna manera, engaña a la vista porque transmite al cerebro una información que interpreta de manera confusa, señala el sitio web es.ara.cat.
De acuerdo al sitio web bbvaopenmind.com, su descubridor, Duncan Caldwell, propuso que se trata del caso más antiguo conocido de ilusión óptica, por su similitud con la ilusión del pato-conejo, un dibujo publicado en 1892 que suele citarse como uno de los ejemplos pioneros del moderno estudio de estos engaños visuales.
Un buen número de ilusiones visuales se basan en la necesidad que tiene nuestro cerebro de autocompletar la información que le falta. El origen de este fenómeno es complejo, pero puede deberse, entre otros motivos, a que la información que proveen nuestros ojos es interrumpida por los parpadeos, señala el sitio web mujeresconciencia.com.
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