Eslovenia se mostró superior y derrotó a España, que tendrá que esperar a un rival de peso en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos. El combinado rojo cayó 87-95 ante el equipo de Luka Doncic, que se puso adelante en los minutos finales y así pudo afianzar su buen momento. Además, evitarán a Estados Unidos en los cuartos de final por quedar primeros en el grupo y no poder repetir un enfrentamiento con la escuadra de su misma ubicación.
España buscó neutralizar a Doncic por encima de los demás jugadores. De esta manera, optó por poner a un ‘stopper’ para que tome nota de los movimientos del jugador esloveno. Con Claver como capitán general, pegado al genio esloveno, y con los otros dos exteriores ayudándole en esa tarea. Formaba la selección una zona en caja, con el azulgrana en individual para intentar que no recibiera Doncic. Cuando lo había, llegaban esos apoyos por parte de Ricky o Rudy para no dejarle pensar.
Anulado Doncic, la misión era ganar el partido, pero no lo hizo España. Se acomplejó de repente, con la segunda unidad ofreciendo dudas de nuevo. Lanzaban con mucha libertad los eslovenos y eso es peligro de muerte. Blazic, Murci, Prepeli. La lista de tiradores es infinita y por ahí fueron creciendo los eslovenos, que se pusieron por primera vez por delante nada más comenzar el segundo cuarto.
Reaccionó Eslovenia gracias a su líder, que se olvidó de la canasta y empezó a mirar al resto. Su otro gran peligro. Casi sin llamar la atención, atravesó la buena defensa de España para dibujar los puntos de sus compañeros. La de los eslovenos fue una remontada al ralentí, que se consumó ya en el último cuarto, en el que un parcial de 7-0 le dio la primera ventaja en mucho tiempo.
Tuvo España una última bola para haber ganado el partido, pero el triple de Abalde, que llevaba un sorprendente 4 de 6 desde el perímetro, se estrelló en el aro y sepultó las opciones de España. Aún le quedó un último tiro a la selección, esta vez para forzar la prórroga, pero no había ya nada que hacer.
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