El Estadio Olímpico de Tokio viene siendo escenario de grandes momentos del atletismo en los Juegos Olímpicos 2020. Desde las pruebas de velocidad, los nuevos récords como el de Yulimar Rojas en triple salto y hasta la doble medalla de oro en salto alto. Un capítulo más se agregó durante la final de lanzamiento de bala.
Si bien la china Gong Lijiao dominó la escena con su medalla de oro, las cámaras se fueron directo a Raven Saunders, atleta estadounidense que se quedó con la presea de plata. La deportista apodada como ‘Hulk’ alcanzó los 19,79 metros de distancia y se subió al podio en Tokio 2020.
Desde los primeros días de competencia en indoor, la estadounidense se estaba robando las luces por su peculiar estilo, con su pelo pintando con los colores del Joker y sus cubrebocas de superhéroes fue la sensación de la disciplina. Pero Saunders decidió ir más allá y mandar un contundente mensaje.
Durante la ceremonia de entrega de medallas, Saunders cruzó lo brazos en señal de una ‘X’ en señal de protesta. La atleta lucha contra la depresión y su gesto honró a las personas de todo el mundo que luchan y no tienen plataformas para hablar por sí mismas.
Saunders, abiertamente gay y figura activa de la comunidad LGBTQ, ha visto como la pobreza y la depresión hacen estragos en la comunidad afroamericana y en otros grupos. En ese sentido, y siguiendo la línea de atletas como Simone Biles y Naomi Osaka, decidió contar su historia y lo que ella representa.
“Soy feliz de salir con una medalla, y espero que inspire a gente de la comunidad LGBTQ, a los que han tenido problemas de salud mental, a la comunidad afroamericana, a la gente negra del mundo [...] No voy a pedir disculpas por ser yo”, dijo cuando se le preguntó cuál era su misión final.
“Mostrar a los más jóvenes que, por muchas cajas en las que intenten encajarte, puedes ser tú y aceptarlo. La gente intentó decirme que no me hiciera tatuajes ni piercings y todo eso. Pero mírame ahora, y soy auténtica”, agregó.
La estadounidense ha pasado por diferentes etapas en su vida, la que más le marcó ocurrió tras Río 2016, cuando contempló quitarse la vida. “Si no fuera porque envié el texto a un viejo terapeuta no estaría aquí”, confesó. “Todas estas cosas que pesaron sobre mí durante 22 años, finalmente fui capaz de procesarlas. Por fin pude separar a Raven de ‘Hulk”, sostuvo.
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