El máximo esplendor de Lionel Messi en Argentina, donde personifica al héroe, al ídolo y al líder; contrasta brutalmente con el decepcionante final de Cristiano Ronaldo, pieza de recambio y con rótulo de suplente en un intermitente Portugal que ha perdido en cuartos de final del Mundial ante un Marruecos sorprendente. El gestor de épicas inolvidables a nivel de clubes, amo y señor de los goles en Champions League y autor de récords memorables con la camiseta de Real Madrid; ha terminado de sucumbir en un 2022 tristísimo para quienes identifican al atacante con el status de leyenda.

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