Deschamps, el capitán de Zidane que hoy es la mente maestra de la poderosa Francia de Mbappé

Desde que tomó la selección en 2012, Deschamps tuvo la responsabilidad de volver a poner a su selección en lo más alto del podio. Ya lo había conseguido en 1998 cuando como capitán levantó la primera Copa del Mundo en la historia para Francia con un equipo plagado de estrellas, donde resaltaba Zinedine Zidane. Estar de nuevo en los camerinos de los ‘gallos’ no era algo nuevo para él, pese a la crisis que vivía el equipo por ese entonces.

Laurent Blanc, a quien sucedió en el cargo, poco o nada pudo hacer para aliviar las tensiones de una selección que venía de una crisis por la eliminación con conflicto incluido en fase de grupos de Sudáfrica 2010, cuando las diferencias entre el plantel y Raymond Domenech fueron irreparables. Deschamps aceptó el reto y empezó a construir un equipo, no le fue fácil clasificar a Brasil 2014 pasando por una ronda de repechaje ante Ucrania.

Deschamps mantuvo siempre una misma línea sin detenerse en los resultados, ni la eliminación ante Alemania (1-0) en cuartos de final de Brasil 2014, ni perder la final de la Eurocopa 2016 en casa ante Portugal (1-0) cambiaron su idea. Mantuvo su apuesta por tener la pelota, controlar el juego, ser dominador, pero sobre todo anteponer al equipo por encima de los nombres.

Hombre de hierro

No era difícil para él comulgar con esa filosofía. Como jugador fue una de las figuras de esa Francia campeona del mundo, un mediocampista todoterreno, con quite, orden, llegada al arco rival, mucho temple y personalidad. Estas dos últimas características -vitales para trascender en la vida- las forjó en base al dolor más grande que le ha tocado, cuando con 19 años se enteró de la muerte de su hermano Philippe en un accidente de avión.

“Fue violento e injusto [el accidente]. Vivimos con él, pero vivimos sin él, sobre todo. Es parte de los dramas, de los golpes duros de la vida, pero no lo olvidamos. Quedé marcado de por vida”, explicó en un su momento. Sin embargo, hizo una aclaración para destacar: “Fue parte de mi construcción”, añadió. Deschamps tuvo que lidiar con ello siendo tan joven, por lo que maduró muy rápido. Después de un lamentable suceso como el que vivió, nada podía lastimarlo o incomodarlo más,.

Hizo oídos sordos cuando Eric Cantona lo catalogó como “un jugador que se puede encontrar en cualquier sitio” y no le tembló la mano nunca para tomar decisiones: prescindió de Karim Benzema para Rusia 2018. “El colectivo siempre ha estado por encima. Luego elegí únicamente en función de lo que creo que es bueno para la selección francesa. Siempre he actuado así. Decidí y asumo mi decisión”, explicó Deschamps, quien como jugador también tuvo una destacada carrera.

Como jugador fue emblema del Marsella, donde ganó dos ligas francesas y la única Champions League de la historia del club, siendo el capitán más joven. Además, es una de las tres personas en la historia del fútbol, junto a Franz Beckenbauer e Iker Casillas, que han ganado un Mundial (Francia 98′), una Eurocopa (2000) y una Champions, con el brazalete de capitán en el brazo.

Al mando de la generación dorada

Deschamps tuvo como objetivo realizar el cambio generacional en Francia, y luego de ganar en Rusia 2018, puede decir que todo va saliendo según lo planeado, Qatar 2022 ve sus frutos. Está al mando de la generación dorada más prometedora de Francia. Tiene a Kylian Mbappé como su máxima figura, que a sus 23 años está cerca de ganar su segunda Copa del Mundo e igualar lo hecho por Pelé, el único que ha sido capaz de ser decisivo en un Mundial con menos de 20 años y de retener el título.

Los ‘gallos’ están en semifinales, a dos partidos de revalidar el título y seguir haciendo historia en el fútbol moderno. Deschamps es el principal gestor de un grupo que comenzó con bajas antes de Qatar 2022: se lesionaron Maignan, Kimpembe, Kanté, Pogba, Nkunku y Benzema, además de que en el debut ante Australia, Lucas Hernández se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.

Pese a ello, Deschamps supo gestionar el plantel de la mejor manera. ni siquiera los supuestos problemas internos entre Pogba quien presuntamente fue extorsionado por su hermano, y Mbappé, cuyo ego es demandante, le hicieron perder el horizonte. El técnico supo controlar todos los problemas que pueden haber en un camerino. Tapó las bajas; controló los egos y Francia sigue soñando.

Deschamps armó un equipo mezclado de juventud y veteranía, le dio protagonismo a una nueva dupla en la mitad del campo: Tchoumeni y Rabiot, aprovechó el buen momento de Dembélé por la banda, el desborde de Mbappé (máximo goleador, con cinco tantos), la experiencia de Lloris y Giroud, claves en Rusia 2018, y la movilidad y pase de Griezmann (máximo asistidor con tres habilitaciones).

Esta generación dorada también está llevando a su DT a otro nivel. En Rusia 2018, cuando Deschamps levantó el título se convirtió en la tercera persona en ganar una Copa del Mundo como DT y jugador, posición que comparte con Franz Beckenbauer y Mario Zagallo. Mientras que en Qatar 2022, Francia ya rompió la ‘maldición del campeón’ luego de superar fase de grupos y ser la segunda selección defensora del título, luego de Brasil en 2006, que avanza a octavos de final en el Siglo XXI.

Este Mundial, Deschamps también ha ‘cazado’ récords y está cerca de seguir haciendo historia como entrenador. En su tercera Copa del Mundo, ya ha logrado algo que no había conseguido nadie desde 2006, llevar a la defensora del título hasta los cuartos de final. Y frente a Inglaterra, sumó su triunfo número 13 en una Copa del Mundo, superando así la marca de Joachim Low, quien en sus 15 años al frente de Alemania ganó 12 duelos.

Ya igualó los 13 triunfos del brasileño Mario Zagallo (Brasil) y está a la caza de los 16 del alemán Helmut Schoen. De ganar en Qatar 2022, Deschamps sería el segundo entrenador en la historia que gana dos Mundiales seguidos, tras lo hecho por el italiano Vittorio Pozzo en las ediciones de 1934 y 1938. De la mano de la generación dorada, el técnico puede seguir haciendo historia.

Francia 1998 vs. Francia 2018

Didier Deschamps está cerca de meter a Francia en su tercera final de un Mundial, pero antes ya fue protagonista en 1998 y 2018, la primera como jugador, la segunda como entrenador. Es imposible no realizar comparaciones de aquella Francia y la vigente campeona. Si bien comparar jugador por jugador resultaría absurdo porque fueron tiempos distintos, sí resulta interesante nombrar quiénes estaban en esa posiciones en el 98′ y quienes brillaron en el campo hace cuatro años.

En los anteriores equipos estaba Barthez en el arco y en 2018 estaba Lloris. El arquero del Tottenham se convirtió el sucesor del exjugador del Manchester United. En la zaga, Pavard, Umtiti, Varane y Lucas Hernández le cogieron la posta a los Thuram, Blanc -no jugó la final de Francia 98 al estar sancionado- y Lizarazu, todos ellos campeones. En la medular, Kanté y Pogba formaron una pareja que hace 20 años estaba compuesta por Petit y Deschamps.

En la mediapunta, el tridente formado por Mbappé, Griezmann y Matuidi fue un peligro para todas las selecciones en Rusia 2018, siendo un digno sucesor del compuesto por Djorkaeff, Zidane o Karembeu. Mientras que en el área, Giroud fue el referente, sucediendo así a Guivarch, quien lo hiciera en 1998. Dependerá de este nuevo equipo en Qatar 2022, de pasar a la historia de su selección.

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