La Selección Peruana debutó en Rusia 2018 con una derrota ante Dinamarca, pero más allá del sin sabor de haber perdido, los dirigidos por Ricardo Gareca hicieron un partido de diez puntos y dejaron una buena impresión en su regreso al Mundial luego de 36 años.
Esta vez me tomé la libertad de poder citar a quien era nuestra voz mundialista, Daniel Peredo, y creo que esa frase resume las situaciones que se fueron desarrollando conforme pasaban los minutos.
Perú inició el encuentro con ganas de poder plasmar en el campo lo que sucedía fuera de este. Me refiero al hecho de sentirse local en Rusia, con el apoyo de todo Saransk. Esto hizo que los del ‘Tigre’ se motiven y tengan ansias de ser los primeros en descontar el marcador a cero frente a los daneses.
Fueron una, dos e incontables las veces que Perú generó en base a fútbol a ras de campo, con toques en primera, generando a través de la volante con Carrillo, Cueva, Flores y Yotun para habilitar a Farfán, que corrió a más no poder por cada balón que le lanzaban sus compañeros, aquí hay que resaltar la potencia que tenemos en el atacante actual del Lokomotiv.
Por su parte, lo expuesto por Dinamarca, como era de esperarse, era buscar vía aérea al centro delantero Jorgensen acompañado de Poulsen. Y un poco más retrasado, con remates de larga distancia y crear jugadas de peligro, a su figura, Christian Eriksen, pero la valla de Gallese estuvo bien resguardada cada vez que tocaron su puerta, por lo menos en el primer tiempo.
El partido fue parejo, pues ambos cuadros querían descontar, en algún momento. Perú dominó y, antes de terminar el primer tiempo, la habilidad de Christian Cueva hizo que el VAR decida marcar falta dentro de área danesa. Ello nos hizo sentir que esos tres puntos anhelados eran nuestros. Sin embargo, hay situaciones que el fútbol te pone y a veces no siempre serán favorables, como fue el caso del volante nacido en Trujillo, que erró un penal que espero quede en el olvido.
Sin duda era importante irnos al descanso con la mínima diferencia, pero así de injusto algunas veces es el fútbol, no siempre gana el que tiene más la pelota, o el que genera más, sino el que tiene efectividad, y eso le faltó a nuestra Selección.
Creo también que el ingreso de Paolo Guerrero le puso una inyección anímica importante al equipo, pues tenerlo como referente de área siempre será un peligro para los rivales, y si lo hizo el momento que le tocó jugar. Muchos se cuestionan porqué no alineó desde un principio, pero eso solo pasa por la cabeza de Ricardo Gareca, nada que criticarle al DT de la Selección Peruana.
Si bien, Poulsen marcó el gol por una distracción de nuestra defensa y volante de marca, estoy convencida que el equipo está para grandes cosas, porque hasta los mejores fallan, hasta el actual campeón cae en su debut y no sólo demostramos ser solidarios cuando uno cae, sino porque aprendemos a remontar marcadores y a levantarnos cuando hay motivos para seguir en la lucha de esta cita mundialista. ¡Arriba Perú!