“No tenemos un rey, tenemos un presidente”, afirmó el gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara poner fin a las medidas de aislamiento preventivo contra el coronavirus en los estados del país. Incluso, afirmó que desobedecería esa orden ante el bien de todos sus ciudadanos tras los numerosos casos de contagios que hay en la actualidad en el Estado.
“Si [el presidente Trump] me ordenara reabrir el estado en una manera que pusiera en peligro la salud pública de la gente, no lo haría”, indicó Cuomo en una entrevista a CNN, luego de la conferencia de prensa que dio el presidente Donald Trump, donde ordenaba que se reactiven las actividades habituales en los estados afectados por el COVID-19.
Esto ha desatado la ira del Jefe de Estado estadounidense, quien acusó al gobernador Cuomo de querer independizarse del país, pese al apoyo económico que ha recibido del Gobierno Federal.
Trump aseguró que Cuomo “ha estado llamando diariamente, incluso cada hora, rogando por todo”, refriéndose a los recursos que necesitaban para hacer frente a la crisis del coronavirus. Sin embargo, recalcó que los “nuevos hospitales, camas, ventiladores, etc.” era responsabilidad de estado, no del presidente.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su calidad “autoridad total”, consideró necesario la reapertura de las actividades económicas en los estados afectados por el coronavirus, pese a las alarmantes cifras de contagio que se registran en el país, más en Nueva York, que tiene más contagiados que España o Italia.
Su negativa a la desobediencia ameritó otro comentario del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien sostuvo que “debe recordar que son los estados los que han crearon el Gobierno federal, ¿verdad? Fueron las colonias las que crearon al Gobierno federal y no al revés”, en una entrevista al programa ‘The Today Show’.
Al cierre de esta nota, Nueva York reporta 202,208 contagiados por coronavirus y 10,834 fallecidos. Mientras que en todo el país, considerado como el nuevo epicentro de la pandemia, se tiene 598,737 infectados y 24,770 decesos.
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