El coronavirus, cuyo nombre original es COVID-19 por ser ese tipo específico de virus, ha crecido enormemente en las últimas semanas desde su descubrimiento en China. Principalmente por los turistas que fueron de viaje en esas fechas, la enfermedad ya ha llegado a casi todos los países del mundo y muchos de ellos han considerado pertinente hacer una cuarentena en todo el país para evitar más contagios.
Principalmente España e Italia, quienes registran enormes cantidades de personas infectadas que los servicios de salud no se dan abasto para atenderlos a todos. Las medidas de prevención llegaron demasiado tarde y ahora solo queda esperar a que la cuarentena mitigue esta pandemia mundial declarada por la Organización Mundial de la Salud.
De hecho, en países como Perú estas alarmas han provocado una histeria masiva dejando a muchos supermercados sin elementos de limpieza, higiene personal y en ocasiones comida no perecible, alegando que sería mejor prevenir que lamentar pero generando otro tipo de caos con los que más necesitan estos implementos en su día a día.
Muchos están considerando que la cuarentena nacional es más que una opción. Debería ser prioridad (Foto: Pixabay)
Pero… ¿En realidad sirvió esto? ¿Qué alimentos realmente necesitamos comprar durante una cuarentena? La revista People En Español ha dado una lista de cosas que sugieren los expertos en alimentación porque su fecha de caducidad es muy amplia. Esto junto al agua embotellada debería ser más que suficiente para superar cualquier cuarentena nacional:
Cereales: harina, arroz, pasta, pan precocinado congelado o elaborado casero, cereales de desayuno enriquecidos en hierro y copos de avena, ambos sin azúcar añadido.
Legumbres: garbanzos, lentejas, judías pintas y judías blancas, todos ellos frescos o en conserva, guisantes congelados o en conserva, quinoa fresca, edamames congelados.
Verduras y hortalizas: en conservas o congelados como, por ejemplo, espinacas, acelgas, judías verdes, zanahorias, cardo, calabaza, menestra de verduras, patatas y tomate entero o triturado al natural; cebolla y cabezas de ajo crudos; purés de verduras envasados bajos en sal.
Frutas y frutos secos: conservas al natural de piña y melocotón, fruta deshidratada o confitada, mermeladas, papillas de fruta y zumos sin azúcar añadido esterilizados; frutos secos naturales o ligeramente tostados, como nueces, almendras, avellanas o pistachos.
Carnes y productos curados o en salazón: pata de jamón serrano o loncheado y envasado al vacío, cecina y lomo embuchado; ternera, pollo y cerdo para congelar en casa fileteados o troceados.
Pescados y mariscos: salazones de bacalao y atún, conservas de pescado al natural o en aceite de oliva (sardinas, atún o ventresca), conservas de marisco al natural (almejas, mejillones o berberechos); alimentos perecederos como merluza, dorada o salmón para congelar en casa y aumentar su vida útil.
Lácteos: leche en polvo, leche UHT, yogures esterilizados y quesos curados.
Grasas, aceites y vinagres: aceite de oliva virgen extra, vinagres.
Dulces: chocolate negro, cacao puro sin azúcar añadido en polvo.
Por último, es necesario resaltar que el gobierno debería dictaminar que cantidad podrá comprar cada ciudadano en los supermercados, todo para no dejar sin abastecimiento a otras personas por hacer compras extremas a última hora.
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