Estados Unidos arde. Las protestas por la muerte de George Floyd se siguen dando en muchas de las ciudades del país -y del mundo-, donde los focos de la manifestación estuvieron este domingo en la capital, Washington, a tal punto que el presidente Donald Trump tuvo que ser trasladado al búnker subterráneo por la posible incursión en la Casa Blanca.
Y es que las protestas por el abuso policial y los crímenes impunes contra centenas de afroamericanos -sobre todo- llevó a las manifestaciones a situaciones álgidas, como la toma de algunos comercios, hogueras en las pistas, quemas de autos policiales, entre otras, algo que el presidente estadounidense acredita a un grupo específico: los ANTIFA.
Tras la muerte del afroamericano George Floyd, las manifestaciones se han alzado en todo el país, pasando de ser pacifistas a saqueos con incendios y destrucción. El presidente adjudicó esta radicalización a los ANTIFA, un grupo de antifascistas de extrema izquierda, quienes -asegura- se habrían infiltrado y valido de esta coyuntura para amplificar el caos y aprovecharlo políticamente.
El presidente Trump culpó a estos “anarquistas liderados por Antifa” y a “Anarquistas de Izquierda radical” de radicalizar las protestas, en las que se reivindica un buen trato policial hacia la población afroestadounidense.
Esta situación se ha extremado en todo el país, donde en muchos lugares se ha pasado de una marcha de protesta pacífica a actos que no pasan desapercibidos. Tal es así que el mandatario amenazó por Twitter que el país designaría a ANTIFA como ‘organización terrorista’
Esto quiere decir que, de darse tal designación, las libertades de los miembros del orden para apaciguar las protestas podrían radicalizarse también. Sin embargo, sus críticos señalan que Estados Unidos no tiene una ley de terrorismo interno y que Antifa, una contracción de “antifascista”, no es una organización con un líder, estructura definida o funciones de membresía, por lo que Trump no podría definirla como “organización terrorista”.
“Cualquier intento de tal designación plantearía importantes preocupaciones de la Primera Enmienda”, dijo Mary McCord, Mary McCord, ex alta funcionaria del Departamento de Justicia estadounidense.
Antifa, contracción de antifascistas, es un movimiento de activistas cuyos seguidores comparten una filosofía y unas tácticas. Su presencia se ha profundizado en Estados Unidos durante protestas contra la violencia y discriminación hacia la población negra.
Sin embargo, a diferencia de verdaderas ‘organizaciones criminales’, es imposible saber cuántas personas integran el movimiento o quién lo lidera. Sus seguidores dicen que es un movimiento secreto organizado por células autónomas locales.
Los miembros de este movimiento antifascista han declarado oponerse a todas las formas de racismo y sexismo, y a las políticas del gobierno de Trump contra la inmigración y los musulmanes. Además, a diferencia de otros movimientos o los partidos de izquierda convencionales, el grupo no busca conseguir cuotas de poder.
Si bien muchos los han catalogado como una organización de izquierda o de extrema izquierda, sus miembros se han focalizado en luchar contra la ideología de extrema derecha. Desde hace un tiempo, el punto de lucha es el presidente Donald Trump, el racismo, las políticas antimigratorias y demás.
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