Sinkumunchis: el ejemplo de cómo involucrar al fútbol en el crecimiento del Perú

En más de una ocasión hemos escuchado la frase “en el fútbol peruano falta alguien que se ensucie los zapatos”, haciendo referencia a que aún no existen personas suficientes para enfrascarse en la búsqueda de nuevos valores en el ‘deporte rey’ nacional. Gonzalo Garcia, Diego Garcia y Francesco D’Angelo son tres amigos que tomaron la decisión de dejar de solo mencionar esta oración en sus reuniones para ser ellos quienes llenen sus plantas de tierra y lodo. Así se enfrascaron en el reto de crear Sinkumunchis.

“Nosotros, fanáticos del fútbol, siempre conversamos sobre dónde están los talentos del Perú que tanto se conoce o que tanto se habla”, explica Gonzalo, quien es Ingeniero Industrial de profesión pero que su pasión por la pelota lo llevó a convertirse en entrenador.

Todo nació gracias al viaje que realizó Francesco al interior de nuestro país para exponer su tesis sobre antropología. “Me enteré de que la comunidad tenía un equipo de Copa Perú y un estadio muy lindo. Propusimos el proyecto para promover las divisiones menores y se aceptó”, agrega Gonzalo, quien ahora es uno de los técnicos que dirige a los equipos en Chahuaytire, comunidad campesina que se encuentra a unos 45 minutos en la parte alta de Pisaq, en el Valle Sagrado del Cusco.

Sikumunchis (rodamos juntos) es una ONG que se encarga del desarrollo del deporte en las comunidades quechua hablantes del Perú. Es la primera escuela de fútbol impartida en el idioma y su principal objetivo es que los niños de estas zonas puedan tener una educación física de calidad, algo que creen que ha sido descuidado.

“Sinkumunchis se dedica a formar escuelas con enseñanza, capacitaciones y luego desarrollar la infraestructura necesaria para desarrollar las capacidades de los chicos”, explican.

Este formato podría ser señalado como una “academia”, la cual busca formar en el deporte a niños, jóvenes e incluso adultos; sin embargo, lo que priorizan Gonzalo, Diego y Francesco es la formación integral de estos y que puedan reforzar su identidad peruana. “Que tengan claro que crecieron en esta comunidad y se desarrollarán para ella”.

Los fundadores de Sinkumunchis ven al fútbol como uno de los deportes que puede brindar una importante cantidad de valores en la sociedad. La colectividad, entender a tu compañero, con cosas que se aprenden dentro de un campo de juego, pero que pueden ser aplicadas en nuestro día a día. “Es un tema de resiliencia, darlo todo en cada jugada, pero también de responsabilidad. Yo soy responsable de mi equipo, de mis compañeros”, dice Gonzalo.

Diego nos cuenta que de chico era muy tímido y que gracias a su desarrollo detrás del balón, consiguió ganar confianza y amistades que duraron para toda la vida. “Las alegrías o tristezas, inclusos momentos en los que tienes que luchar en el campo, te ayudan a fortalecer estos vínculos”, explica.

Desde su llegada a la comunidad de Chahuaytire, uno de los aspectos que más llamó la atención a este grupo de amigos fue la poca participación de las mujeres. El fútbol, habitualmente gobernado por hombres, tenía desplazado al género femenino que, cuando consiguió ser parte de él, demostró que tiene mucho que aportar. Incluso, fueron las primeras “maestras” en esta comunidad cusqueña.

“Para mí quienes han enseñado más en la comunidad a trabajar en equipo en el fútbol son las mujeres, porque cuando empezamos con los chicos muchos buscaban la fuerza física, pero en el deporte también existe algo más táctico. Ellas fueron las primeras en ganar campeonatos”, nos cuenta Gonzalo.

Gonzalo y Diego aseguran que este proyecto cambió sus vidas. Ambos tenían una línea de carrera marcada en sus respectivas profesiones, pero este reto generó que dejen todo por sumar su “grano de arena” por el desarrollo del Perú. Dejaron de lado la monotonía laboral para primar su crecimiento personal.

Sinkumunchis recién empieza. Los próximos pasos que buscan dar es el poder conseguir un bus que permita recoger a los niños de las comunidades cercanas en Pisaq. Además, esperan poder encontrar el apoyo suficiente para conseguir luz en el campo de entrenamiento para aquellos que no pueden trabajar en las mañanas-tardes por apoyar en casa. El extenderse a otras zonas de nuestro país también está entre los próximos pasos a seguir.

Los voluntarios o cualquier tipo de apoyo de alguna empresa interesada es bienvenida. Mientras más personas se sumen a la iniciativa, todo irá mejor. Para ser parte de Sinkumunchis solo deberás contactarlos en el correo contact@sinkumunchis.com o comunicarte con alguno de los fundadores. Puedes encontrar los números en la página web https://www.sinkumunchis.com/. Esta es una oportunidad perfecta para que tú también te “ensucies los zapatos”.

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