Te llevarás una gran sorpresa. Se volvió tendencia en redes sociales la historia de Otávio, un perro que, además de caracterizarse por vivir feliz junto a su familia de Brasil, posee un inusual hábito con el que escondería su difícil vida pasada. Así lo demuestra una publicación en Facebook que no ha tardado en volverse viral.
Según contó Joice Lamas, su dueña, ella y su esposo adoptaron al can a inicios del 2018 tras conocerlo en un refugio que rescata animales sin hogar. “No nos separamos desde el primer momento que lo vimos”, contó la joven al portal The Dodo.
La pareja no pudo evitar asombrarse al conocer la triste historia del animal. El can había estado viviendo junto a una familia que adoptaba grandes cantidades de perros, a los que descuidaban y maltrataban constantemente.
Afortunadamente, Otávio pudo ser rescatado y estuvo bajo el cuidado del refugio hasta que conoció a Joice.
Aunque en un inicio el can era totalmente tímido y negado al contacto humano, pudo aprender con el tiempo que había pasado a ser parte de una familia que estaba dispuesta a brindarle tanto cariño como él necesite.
Hoy en día, el animal adora acurrucarse junto a sus amos y mueve la cola de felicidad la mayoría de veces que está junto a ellos; sin embargo, hay algunas actitudes que demuestran que aún arrastra algunas cicatrices del antiguo y duro pasado que le tocó vivir.
Según Lamas, cada vez que le sirve comida al animal, este opta por comer solamente la mitad. Ella asegura que no hay forma de conocer la razón exacta detrás del curioso acto; sin embargo, se animó a compartir algunas teorías que lo explicarían.
Sucede que, al vivir en un completo estado de abandono y junto a una gran cantidad de perros, el can aprendió a racionar la comida, de forma que puede compartirla con otros o simplemente guardarla para después.
Es probable también que Otávio haya sido obligado a aprender, y no de forma amigable, a comer únicamente la mitad de su plato. “Es triste”, mencionó Lamas. “Siempre le digo ‘está bien si comes todo’”, añadió.
La joven pareja espera que, con el tiempo, el can se de cuenta de que esta difícil etapa quedó atrás y no volverá nunca más.
La mujer agregó que cuidar de un perro abusado puede ser un verdadero desafío, pero verlos cambiar hace que todo el esfuerzo valga la pena.
“Necesitan paciencia y mucho amor, porque pueden tardar más en adaptarse”, dijo. “Pero es notable cómo el amor cambia a los animales. Un animal rescatado es mucho más dulce, más agradecido y afectuoso que otros. ¡Son simplemente increíbles!”, exclamó.