El nuevo anuncio del canal argentino TyC Sports para Rusia 2018 generó este jueves polémica al imaginar la incomodidad del presidente ruso Vladimir Putin ante posibles muestras de afecto entre hombres durante la Copa del Mundo.
"Señor presidente de Rusia, nos hemos enterado que su país no admite las manifestaciones de amor entre hombres, así que estamos en problemas", comienza el comercial en el que se ve a varios futbolistas abrazarse y besarse para festejar.
"Venimos de un lugar donde es común ver a un hombre llorar ante otro hombre. Quizás a usted lo espante ver a tu tipo agachado frente a otro, pero para nosotros es normal", continúa la locución, mientras se ve a un hincha arrodillado ante Lionel Messi haciéndole reverencias.
En la publicidad aparecen continuas muestras de cariño entre hinchas y jugadores y se ve a un futbolista de River Plate que disputó un partido con el pantalón manchado de sangre por hemorroides.
"No hay nada más emocionante que ver a un hombre romperse todo por otros hombres", se escucha en ese momento.
"Quizás para hombres duros como usted sea difícil entender algunos gestos de amor. Señor Putin, si para usted el amor entre hombres es una enfermedad, nosotros estamos muy enfermos. ¿Y sabe qué? Es contagioso", culmina la publicidad en la que se ve a un Putin serio.
El anuncio se volvió viral en pocas horas y recibió fuertes críticas a través de las redes sociales.
"Señor TyC Sports: nos hemos enterado de que en su canal banalizan la gravísima situación de la población LGBT en Rusia y reproducen estereotipos que estigmatizan a esta población. ¡Estamos en problemas! Y no es divertido", publicó en Twitter la Fundación Huésped, una Organización No Gubernamental que combate las enfermedades de transmisión sexual.
Este canal ya había generado una gran polémica con su publicidad para la Copa América Centenario de Estados Unidos 2016, en la que se compaginaron imágenes de sudamericanos viajando para alentar a sus selecciones nacionales con un discurso del presidente Donald Trump en contra de la inmigración. EFE