En un idílico escenario a las afueras de Buenos Aires, Oriana Sabatini y Paulo Dybala sellaron su amor tras seis años de romance. La ceremonia tuvo lugar en el impresionante Dok Haras, un lugar que combina la majestuosidad de la arquitectura con la serenidad de vastos parques y la sofisticación de una bodega y un club de polo. El impresionante punto de reunión es ya uno muy conocido en el mundo del espectáculo argentino, pues varias parejas unieron sus vidas allí.
El lugar, ubicado en Exaltación de la Cruz, ha sido testigo de uniones memorables entre destacadas personalidades argentinas. Desde Cande Tinelli y Coti Sorokin hasta Jorge Lanata y Elba Marcovecchio, así como el campeón del mundo Nicolás Tagliafico y Carolina Calvagni. Este enclave ha sido escenario de amor y celebración para numerosas parejas que han elegido este lugar único para decir “sí, quiero” y se cree que en el futuro otros famosos sigan consumando su amor en esa zona del país.
Pero dejando de lado un poco el hermoso lugar lleno de romanticismo es preciso señalar que hubo otras cosas que merecen ser nombradas. ¿Te gustaría saber qué más hubo en la boda del 20 de julio? Pues continúa leyendo esta nota, en la que te mencionaré algunas cosas que allí se vivieron, de acuerdo con una información publicada por Infobae.
Desde temprano, la expectativa y la emoción llenaron el aire mientras más de 300 invitados, entre amigos cercanos, familiares y celebridades, llegaban para ser testigos de este evento tan esperado. El día comenzó con los primeros en llegar pasadas las cuatro de la tarde, siendo recibidos por una alfombra que guiaba hacia el corazón del lugar. La decoración, meticulosamente diseñada, destacaba por su elegancia y sobriedad, con árboles adornados con flores que creaban un ambiente de cuento de hadas. Las mesas blancas dispuestas alrededor de un escenario central esperaban ser el epicentro de la celebración que estaba por comenzar.
Como era de esperarse, la boda contó con un gran número de invitados muy reconocidos. Algunos de ellos eran:
La entrada de los novios marcó el inicio de un momento mágico y emotivo. Oriana Sabatini irradiaba belleza en un vestido diseñado por Dolce & Gabbana, destacando por sus detalles de encaje reborde francés que realzaban su elegancia natural. Paulo Dybala, elegante y distinguido en un traje artesanal de Battistoni, no dejaba dudas de su emoción al ver a su amada hacia el altar. Luego, el futbolista de AS Roma hasta lloró cuando se dieron el sí.
Entre los momentos más íntimos y memorables del día, resaltó el gesto de Oriana al regalar a su padre gemelos de su camisa, un símbolo del amor y la complicidad que han compartido a lo largo de los años. Este acto reflejó la profundidad de los lazos familiares que se celebraban junto con la unión de dos corazones.
Las palabras de Catherine Fulop, madre de Oriana, resonaron con emotividad en el ambiente, compartiendo en una carta su alegría y apoyo hacia su hija y su nuevo yerno. “Confío plenamente en la decisión que estás tomando al tomar a Paulo como esposo”, expresó, destacando la bondad y humanidad que veía en Dybala, y la felicidad que esto traía a su familia.
La celebración continuó con alegría y buena música, mientras los invitados compartían anécdotas y brindaban por el futuro de los recién casados. El entorno natural del Dok Haras proporcionó el telón de fondo perfecto para este evento único, donde cada detalle fue cuidadosamente planeado para crear una experiencia inolvidable, principalmente para los felices esposos.
Al final del día, Oriana Sabatini y Paulo Dybala no solo habían unido sus vidas en matrimonio, sino que habían compartido con sus seres queridos un momento de amor y felicidad que perduraría en sus corazones para siempre.
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