Irina García, de 39 años, fue asesinada de 46 puñaladas el 12 de octubre por su hijo Derek Rosa, quien hacía unos días había cumplido apenas 13 años. Ahora, el menor, debe afrontar un polémico juicio, pues será juzgado como adulto por asesinato en primer grado. En esta nota, te explicamos el mediático caso.
El asesinato se conoció porque el propio menor, a través de una llamada al 911, confesó que perpetró el brutal crimen la noche del 12 de octubre, en el apartamento familiar, ubicado en 211 W. 79th Place, en Hialeah, Miami Dade, Florida. “Yo la maté”, aseveró. Pese a ello, su familia, sobre todo su abuela materna, pide clemencia e insiste en que es un chico bueno y noble.
El caso ha generado un debate e incluso se abrió una campaña en Change.org para “salvar” al adolescente, que podría enfrentar una sentencia de por vida.
El brutal asesinato de Irina García, de 39 años, ha generado consternación en la sociedad estadounidense y ha tenido eco a nivel internacional, debido a su brutalidad y a que fue perpetrado por su propio hijo de 13 años, un estudiante de honor en iMater Charter Middle/High School.
Aquella fatídica noche del 12 de octubre de 2023, la mujer fue acuchillada por el adolescente Derek Rosa, cuando ella dormía al lado de su bebé de 14 días de nacida. Esa noche, el menor se levantó de su cama, agarró un cuchillo de la cocina y la acuchilló unas 46 veces en diferentes partes del cuerpo.
“Yo me levanté, agarré uno de los cuchillos en la cocina y fui a su habitación”, declaró Rosa al oficial policial en una entrevista justo después del apuñalamiento. “Yo la maté”, agregó.
Aunque al principio se generaron dudas sobre la autoría del ataque, pues incluso se pedía investigar al padrastro de Rosa, los videos de seguridad divulgados durante una audiencia mostraron que el crimen fue perpetrado por el menor. Derek Rosa aparece en las imágenes de pie junto a la cama de su madre mientras ella dormía y, luego de maldecirla, la ataca.
El confeso asesino contó que empezó por el cuello debido a que hay venas muy importantes allí; y detalló con su mano el tamaño en promedio del cuchillo que introdujo 46 veces en su cuerpo, pero hasta ahora no dice el porqué lo hizo.
Su autoría del crimen es respaldada, además, por una foto con su mano manchada de sangre, mientras posa para una selfie que le envió a un amigo de videojuegos que conoció en Internet. Otras pruebas que han tomado en cuenta las autoridades son el cuchillo ensangrentado que utilizó en el ataque, así como las escalofriantes búsquedas que hizo en google sobre cómo matar con un cuchillo y el audio de la llamada al 911, donde indica que mató a su madre. “Ella está muerta( ...) Hay sangre por todo el suelo”, reveló al centro de emergencias. En la comunicación, agrega que pensaba usar una de las dos armas de su padrastro, que estaba de viaje, para asesinar a su hermana y suicidarse. Incluso ya le había puesto una bala, pero desistió: en realidad no quería hacerlo.
Con esas pruebas, la justicia de Florida decidió que el adolescente de 13 años sea juzgado como adulto por homicidio en primer grado, desestimando así el pedido de sus familiares. Su condena podría ser cadena perpetua.
Mientras tanto, por orden del juez de circuito de Miami Dade, Richard Hersch, el menor aguarda su juicio en el Centro de Detención de Metro Oeste en Doral. Es un reclusorio para adultos y, aunque hay otros menores de 16 y 17 años, Rosa es el único de 13 años. Siempre está vigilando -ante la posibilidad de un suicidio- y permanece en su celda 20 horas al día. Sin embargo, recibe clases de 3 a 4 veces por semana durante dos horas y practica deportes con el personal de vigilancia.
Durante los interrogatorios y su llamada al 911, Derek Rosa ha logrado relatar lo que sucedió aquella noche del 12 de octubre, pero todo cambia cuando le preguntan el porqué asesinó a su madre. En un video se puede ver cuándo un detective pregunta por qué lo hizo, el menor de 13 años se queda callado unos segundos y pregunta si tiene que responder ello en esos momentos para luego solicitar la presencia de un abogado.
Al hacer dicha petición, uno de los oficiales le asegura que si desea un abogado, ese interrogatorio se cancelaría y luego habría que retomarlo. Pese a ello, el joven no cambió de decisión.
Luego de cometer el crimen, Derek Rosa llamó a su amigo “Sweeden”, su amigo de videojuegos que conoce desde años solo por Internet, y le contó que mató a su madre y que había pensando en suicidarse. Luego le mandó dos imágenes del cadáver de Irina García y una de él -una selfie- sacando la lengua y con la mano ensangrentada. El gamer no le creyó, pero para los investigadores podría ser una pieza clave para entender la razón que llevó al adolescente a cometer uno de los crímenes más horribles de los últimos años.
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