Las cintas de Christopher Nolan son catalogadas como obras de arte en el mundo audiovisual. Para muchos, el cineasta ya se sitúa en la mesa de los mejores directores del cine a nivel mundial. Eso sí, cada película o entrega dirigida por el también productor suelen tener la presencia de objetos o personajes con un significado mucho más complejo del que creemos.
Como bien sabemos, el afamado director suele incurrir en metáforas, diálogos y más para definir a un personaje de su vasta filmografía. Si en “Batman” empleó elementos como la justicia o la desigualdad, en “Oppenheimer” jugó con la perspectiva del personaje principal para narrar diversas escenas del metraje.
Por ello, hablar de la película y pasar por alto los detalles en las cintas de Nolan sería un sacrilegio para el experimentado cineasta. Y es que, además de narrar una historia en cada una de sus entregas, Christopher ama dejar pensando a los cinéfilos y seguidores de su trabajo, y “Oppenheimer” no iba a ser la excepción.
¿Sabías que la caja de cigarrillos de la cinta también tiene un papel especial en la narrativa? Pues, en caso no lo sepas, aquí en Depor te lo contamos a detalle.
En diálogo con el prestigioso medio “The Washington Post”, el jefe de utilería de la cinta, Guillaume Delouche, reveló que Nolan llegó a los extremos de la perfección a la hora de armar la escenografía de la cinta.
Según Delouche, el cineasta ordenó que se estampe cada cigarrillo con el logo de Chesterfield, la icónica marca de cigarrillos que tuvo su apogeo durante mediados del siglo pasado, además de ser la única marca que solía fumar el verdadero químico de ascendencia judía.
No obstante, el detalle no acaba ahí, pues el trabajador de la cinta añade que fueron más allá al crear paquetes de cigarrillos específicos para cada época de la cinta.
Como bien sabemos, “Oppenheimer” tiene una duración de tres horas. Dentro de la narrativa, podemos ver escenas situadas a tan solo días o meses, y otras que suceden entre años de diferencia.
Por ello, según cuenta el encargado de utilería, Nolan se aseguró de que Cillian Murphy, el protagonista principal de la cinta, tenga el cigarrillo exacto, dependiendo de la época en la que se encuentra la escena.
Sobre la acción de fumar, algo que el verdadero Oppenheimer hizo hasta los últimos años de su vida, reveló que el equipo llegó a ayudar a Murphy para que simule la actividad sin tener que incurrir en la verdadera práctica de tabaco. Fue así que elaboraron paquetes de cigarros con sabor a mentol, evitando a toda costa la nicotina.
El hábito de fumar era una moda aceptada por todos durante la década de 1940. De hecho, en novelas como las de “Fundación” están llenas de humo por el tabaco quemado. En ese marco, Delouche arguye que el papel que interpreta Murphy era un fumador empedernido, por lo que era imprescindible mostrar este hábito dentro del filme.
Era tanta la necesidad de tener un cigarrillo en la boca que, según señalan, Oppenheimer solía fumar hasta 150 unidades al día. “Cuando no fumaba cigarrillos”,indica el jefe de utilería.
Además, añade que el detalle del cigarro y el sombrero logra otorgarle una carga simbólica a su personaje, generando que el legado del creador de la bomba atómica sea ligado a ambos objetos.
Parece que Nolan dio en el clavo al momento de las referencias, pues ahora que vemos el gran éxito de “Oppenheimer” en el cine, resulta imposible no pensar en el químico sin un cigarrillo, una pipa o incluso un sombrero estilo vaquero.
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