El tren de las oportunidades, a veces, pasa solo una vez. Para Yefferson Soteldo fue así y el no dudó en subirse. El venezolano, que llegará a la Copa América de emergencia tras la lesión de Adalberto Peñaranda, no la tuvo nada fácil para llegar a ser lo que es ahora (una de las figuras del Santos de Brasil) y gran parte de su éxito se debe al talento que aprendió a tener con una pelota entre los pies.
Caracas no es el mejor lugar para vivir hoy en día. Las protestas sociales hacia la dictadura de Nicolás Maduro han hecho del país venezolano un lugar algo inseguro para vivir. Muertes, violencia y condiciones inhumanas han hecho que los venezolanos salgan del país en busca de oportunidades, algunos con más suerte que otros. Los futbolistas, por ejemplo, se pueden considerar entre los suertudos.
Para que el ahora jugador estrella del fútbol venezolano pueda llegar a romperla en Brasil tuvo que pasar por varias escaleras. La muerte de su madre, las indisciplinas y la inseguridad fueron algunas de ellas que, si no fuese por Noel Sanvicente, como él mismo ha dicho, no hubiesen tenido sentido. A veces la vida te presenta ángeles para que te cuiden de todo mal.
Con 13 años fue que empezó su travesía con la ‘pelotita’. Jugando en el equipo de su barrio fue ‘ojeado’ por miembros de un club profesional, que le permitieron llegar hasta uno de los clubes más populares de su país: Caracas FC. Aunque parecía la oportunidad de su vida, Soteldo no la hizo bien y sus malas conductas obligaron a la dirigencia a acabar con su contrato. La primera traba que le ponía la vida.
Los años pasaron; mientas Yefferson se dedicaba de pleno a los estudios y a su madre. Y tras tanto esperar le terminó llegando una nueva oportunidad. Esta vez no podía fallar. En una convocatoria de una selección regional, Sanvicente se convenció de que podía estar viendo a una futura estrella de su país. Había que potenciarlo de alguna u otra manera. ‘Chita’ lo llevó al Zamora y le terminó salvando la carrera.
Todo de subida
Tras la mano bendita de Noel Sanvicente, la carrera del ahora ‘10’ del Santos (sí, la misma que utilizaron Neymar y Pelé) solo fue en subida. Con 16 años debutó en el Zamora FC y, a los dos años, le llegó una sorpresa de la vida. Tendría un hijo con su esposa Elianny Jiménez. Aunque parezca algo intrascendente dentro de su carrera deportiva, su nacimiento marcó un hito para los amantes del fútbol. El nombre del pequeño sería Thiago Mateo. ¿Por qué? Fácil, los hijos de su ídolo, Lionel Messi, llevan los mismos.
Luego, y aunque todavía no figuraba para la selección mayor, le llegó una de las ilusiones más grandes de su vida. Sí, Soteldo puede sacar pecho de que es subcampeón mundial. Con la Vinotinto, que todavía no clasificó a una Copa del Mundo de mayores, pudo darse el lujo de llegar a la final del Sub 20, donde perdió ante Inglaterra.
Ahora, y tras un paso por el fútbol chileno donde fue figura del Huachipato –ahí también la había hecho su compatriota Rómulo Otero–, fue ‘jalado’ por Jorge Sampaoli para ser parte del proyecto brasileño del exentrenador de la selección argentina. Ahí, con la ‘10’, ha dejado en la banca de suplentes, nada más y nada menos, que al peruano Christian Cueva, que tiene un dolor de cabeza para entrar en las oncenas de su técnico.
Con 21 años y una carrera a la que le falta mucho recorrido, Soteldo puede darse el lujo de haber pasado por todo, un poco. Desde la inseguridad hasta la gloria en menos de diez años. Y reconociendo que a veces las bendiciones más grandes llegar por esfuerzos que uno hace. Él dijo alguna vez que de no ser por el fútbol estaría muerto. Quizás, él es el verdadero responsable.
► Florentino no confía en nadie: ya tiene listo un nuevo fichaje pero no lo anuncia por dudas sobre su físico
► Maneja su futuro: el club que tiene más cerca de fichar a Antoine Griezmann
► ¿Te vas? No hay problema: Zidane da el 'ok' para que salga del equipo pero Florentino se niega
► No un fichaje inmediato: la opción que le ofrece el United al Real Madrid por Gareth Bale