¡”Griselda” arrasa en Netflix y está en camino de convertirse en la serie más popular de enero de 2024! Esta dramatización biográfica, encabezada por Sofía Vergara y con la participación de la cantante Karol G, ha cautivado al público con su emocionante y suspensoso hilo narrativo dividido en seis capítulos. Sin embargo, como es común en muchas producciones exitosas, los cambios a menudo pueden afectar la originalidad de la trama, como se vio en el personaje de Martha Ochoa, interpretado por Julieth Restrepo.
Las plataformas de streaming tiene un rey, o, mejor dicho, una reina: “Griselda” es la nueva serie basada en la vida de la narcotraficante colombiana radicada en Miami desde mediados de los ochenta. Su elenco está liderado por la internacional Sofía Vergara y dirigida por Andrés Baiz.
Básicamente, la serie busca narrar el inicio y la caída de Griselda Blanco, apodada en el mundo del crimen como “la madrina”. Y aunque esta megaproducción orquestada por Netflix es todo un hit mundial, debemos resaltar que tuvo varias modificaciones para que su trama sea mucho más entretenida hacia el público.
Este es el caso de lo que sucedió con Martha Ochoa, uno de los personajes principales de la serie. Se sabe que en la dramatización es prima de Fabio Ochoa, uno de los más grandes narcotraficantes de Miami y novia de Rafa Salazar.
Aunque vemos que Martha es la novia de Felipe en “Griselda”, lo cierto es que en la vida real este personaje varía mucho de su representación en la serie. Por ejemplo, se sabe que ella fue en realidad hermana del clan Ochoa y no prima como nos narra la producción.
Además, Martha Ochoa fue secuestrada por el grupo guerrillero M-19 en 1981. Precisamente, el 12 de noviembre de 1981, fecha clave que marca el inicio de la lucha entre el narcotráfico y la insurrección.
“Griselda” también omite información de su vida. Se conoce que Martha era estudiante de economía y contaba con 26 años cuando fue arrestada en la Universidad de Antioquía. Su captura fue hecha por un grupo de guerrilleros armados, quienes la subieron a un Renault 12.
Tal rapto fue el inicio de una época de terror en Colombia. Luego del secuestro, los hermanos Ochoa convocaron rápidamente una reunión para el 1 de diciembre. A este encuentro acudieron las 223 personas más influyentes de todo el país, entre directivos de empresas, petroleras y miembros del Ejército Nacional.
Cada miembro del cártel contribuyó con 640 dólares y 10 hombres, dando inicio al grupo MAS (por sus siglas Muerte a Secuestradores), un grupo de más de 2200 personas equipadas de armas y explosivos.
La finalidad de esta comitiva era básica: acabar con la vida de cualquier persona ligada al grupo de la insurgencia de todo Colombia.
En su primera acción, el MAS, un nuevo grupo, acogió a 25 individuos relacionados con Luis Gabriel Bernal Villegas, el guerrillero responsable del secuestro de Martha Ochoa. Teniendo a Martha bajo su custodia, se esperaba que el M-19 accediera a sus demandas, lo cual ocurrió.
Al cabo de 91 días, Martha fue liberada y pudo reencontrarse con los suyos sin que se pagara un solo dólar hacia los raptores.
Tras este rescarte, el grupo de autodenominados justicieros continuó su lucha contra los secuestradores, eliminando a aquellos que consideraban sospechosos de crímenes de rapto.
Después de obtener respaldo público, el MAS lanzó una campaña implacable contra sus adversarios. A menudo, se encontraban cadáveres con heridas de bala o colgados de árboles frente a las sedes de periódicos en todo el país, acompañados de carteles que decían: “Soy del M-19. Soy un secuestrador”.
No obstante, los actos delictivos se convirtieron en una seria amenaza para Colombia, puesto que el MAS comenzó a perpetrar asesinatos contra jueces, periodistas y, en general, civiles inocentes.
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