Fortnite y PUBG, los populares videojuegos de Battle Royale, fueron prohibidos por voto unánime en el Parlamento iraquí esta semana. Según los legisladores, los títulos "incitan a la violencia" y son considerados una "amenaza" para la sociedad iraquí y que también generaba divorcios.
Tal y como informa PC Gamer, ambos Battle Royale han sido prohibidos en Irak. Al parecer, desde las instituciones gubernamentales quieren paliar "los efectos negativos" que provocan ambos juegos sobre los usuarios.
La prohibición se implementó "debido a los efectos negativos causados por algunos videojuegos en la salud, la cultura y la seguridad de la sociedad iraquí, incluida las amenazas sociales y morales para los niños y jóvenes".
Por su parte, Moqtada al-Sadr, clérigo chiíta y ex jefe de la milicia del Ejército Mahdi - que luchó contra el gobierno y las fuerzas de ocupación lideradas por Estados Unidos desde 2004 hasta 2008 -, advirtió que Playerunknown's Battlegrounds es adictivo y pidió al gobierno que la prohibiera la semana pasada. "¿Qué ganarás si matas a una o dos personas en PUBG? No es un juego de inteligencia o un juego militar que te proporciona la forma correcta de luchar", escribió al-Sadr en un comunicado publicado la semana pasada.
Ambos títulos proponen un mundo en el que 100 usuarios juegan en linea para luchar por la supervivencia hasta que el último quede en pie. Fortnite, uno de los videojuegos más populares del año pasado, además tiene elementos interactivos y eventos que solo ocurren en vivo con lo que los usuarios reciben aventuras actualizadas de forma constante. La decisión afectará a 'gamers' en Irak que disfrutaban de ambos videojuegos en sus teléfonos celulares.
El enfado por parte de la población iraquí, sin embargo, no radica en el mero hecho de que se hayan prohibido ambos títulos. Para los ciudadanos, esta maniobra es el reflejo de que el gobierno no tiene claras sus prioridades: el país sigue luchando contra la violencia, los problemas de infraestructuras y la inestabilidad política.