Para que un piloto promedio llegue a la Fórmula 1 se tiene que dar la confabulación de muchos factores, y el talento, en teoría el más importante, no siempre está presente por encima del resto. Este es el caso de Lance Stroll, el canadiense de 22 años que pertenece a la escudería Aston Martin y que en este 2021 está corriendo su quinta temporada en el ‘Gran Circo’, ubicándose décimo tercero en la clasificación justo por detrás de su compañero de equipo, Sebastian Vettel.
A los pilotos como Lance Stroll se les conoce comúnmente como pay driver (piloto de pago), pues para ingresar a la Fórmula 1 no necesariamente han pagado derecho de piso empleando su talento como carta de presentación, sino el peso de su billetera. Esto, claro está, no es algo fuera de lo normal, pues otros corredores como Nikita Mazepin también han hecho lo mismo para ingresar al Campeonato Mundial. No obstante, a diferencia del ruso, quien es acusado de no tener la experiencia para estar entre los más grandes –lo que se ve reflejado en sus improvisadas y peligrosas maniobras sobre la pista–, el nacido en Montreal sí ha demostrado tener la destreza para pertenecer a una escudería.
Pese a esto, Stroll no ha podido evitar la polémica que siempre supone ser un pay driver dentro de la Fórmula 1. Inclusive, en algunos Grandes Premios los espectadores le han mostrado su rechazo con cánticos e insultos despectivos. Él, abstrayéndose de todo eso, no ha pisado el palito y solo se ha dedicado a correr. Y es que su historia, plagada de lujos y comodidades en todos los aspectos –especialmente los vinculados a su preparación automovilística–, siempre ha puesto en cuestionamiento sus habilidades sobre la pista.
El costo del aprendizaje precoz
Desde que Lance Stroll (Montreal, Canadá, 29 de octubre de 1998) le dijo a su padre, Lawrence Sheldon Strulovitch –después Lawrence Stroll– que le gustaban los karts, este, un amo de los negocios y que no desaprovecha las oportunidades que se le presentan para invertir su fortuna –ubicado en el puesto 879 de Forbes en 2019, cuenta con un patrimonio estimado en 2700 millones de dólares–, vio en su primogénito la posibilidad de entrar en el mundo del automovilismo.
Para un multimillonario con semejante capital, la Fórmula 1 es, además de un espacio de inversión, el lugar adecuado para ‘jugar a las carreras’. Lance Stroll tuvo todas las comodidades para afincarse desde muy chico en las competiciones de karting, obteniendo resultados positivos para ir creciendo hasta ser capaz de subirse a un monoplaza.
Es aquí cuando comenzó la parte más importante de la carrera formativa del canadiense, no solo por su juventud, sino por cómo fue rodeado gracias al nivel de influencia de su padre. Con diez años, Lance tuvo las puertas libres para ingresar al Ferrari Driver Academy, centro de formación de la escudería italiana donde se encontró con Luca Baldisserri, jefe de ingenieros en pista del ‘Caballo Rampante’ entre 2007 y 2015 y que trabajó con pilotos de la talla de Ross Brawn, Jean Todt y Michael Schumacher.
Baldisserri, especialista en manejar momentos de alta tensión dentro de los grandes circuitos, siempre tuvo como prioridad en su carrera la formación de jóvenes promesas del automovilismo. Lance Stroll, como muchos otros, aprendió a darle dirección a su monoplaza, pulió su dinámica en una curva y mejoró su timing parar casi siempre culminar todas las pistas.
En 2015, fuera de Ferrari Driver Academy, piloto y maestro partieron a la Fórmula 3 Europea para sentir el rigor competitivo de un nivel mayor. En su primera temporada como parte del equipo de Prema Powerteam terminó quinto, pero en la siguiente mejoró su rendimiento hasta alcanzar el título con unos números demoledores: catorce victorias, catorce poles y veinte podios en treinta carreras. Luca Baldisserri, un tipo con una mente alocada y competitiva, quedó satisfecho con los progresos de su alumno.
El dinero de papá
Lance Stroll ya había sumado la Fórmula 4 Italiana en su palmarés (2014), y posteriormente conquistó el Toyota Racing Series (2015) antes de llevarse por delante la F3 Europea (2016). Su mentalidad, la cual se fortalecía con el pasar de las competiciones, alcanzó la solidez suficiente para dar el salto a una siguiente categoría. “La gente habla sobre la Fórmula 1 y es un mundo más grande, pero al final yo sólo puedo hacer mejor lo que puedo hacer. Si la oportunidad viene, por supuesto que la F1 es donde quieres estar, pero si la GP2 es lo que toca, entonces es lo que habrá”, comentó a fines de 2016.
Sin embargo, aquí entró a tallar una vez más la presencia de su padre, quien volvió a usar el poder de su dinero para ubicarlo en la Fórmula 1 antes que en la categoría de promoción. Esta intención de acelerar la carrera de su hijo se justificaba únicamente en lo invertido en su formación, lo cual también le sirvió para sumar los kilómetros suficientes para adquirir la Superlicencia.
Así pues, Lance Stroll aterrizó en la escudería Williams en la temporada 2017, año en el que debutó en la Fórmula 1 con resultados nada despreciables para un ‘rookie’: culminó décimo segundo con cuarenta puntos y un podio en veinte Grandes Premios. Al año siguiente no fue consistente en su rendimiento y solo sumó seis unidades terminando décimo octavo en la clasificación.
Insatisfecho y dueño de sí mismo una vez más, Lawrence Stroll intervino en el devenir de su engreído: en agosto de 2018 compró Force India, la escudería de Vijay Mallya que estaba padeciendo una crisis económica irreparable. Transformada en Racing Point, Lance Stroll participó de la Fórmula 1 2019 como corredor ‘independiente’ al lado de Sergio Pérez. La situación no cambió tanto y culminó décimo quinto con veintiún puntos, lo cual se acentuó aún más en 2020 cuando descendió tres posiciones hasta el casillero dieciocho. “Simplemente papá está calmando a su hijo comprándole la oportunidad de estar en un fabricante”, decían las voces más feroces del ‘Gran Circo’, desaprobando las crudas intenciones de los Stroll.
Un piloto lleno de cuestionamientos
Para la temporada en curso, padre e hijo desenvainaron la billetera para un nuevo movimiento. Lawrence Stroll adquirió por 235 millones de euros el 20% de la compañía ingles Aston Martin Lagonda Limited, aprovechando los problemas de liquidez que padecía. Subiéndose al cargo de presidente ejecutivo, el engreidor padre movió sus influencias para cambiar el nombre de Racing Point y así constituir a Aston Martin como una escudería independiente, regresando a la Fórmula 1 después de su fugaz paso entre 1959 y 1960.
A pesar de no haber conseguido algún podio, Lacen Stroll ha conseguido sumar veinte puntos en lo que va de 2021. Precisamente en el último Gran Premio de Italia consiguió su mejor posición (7). Sin embargo, a falta de ocho carreras para cerrar la temporada, nada hace indicar que las dudas sobre su calidad como piloto vayan a disminuir.
Atento sobre este tema, su padre fue tajante en febrero. “Hay un montón de gente envidiosa en el mundo y la gente envidiosa, que desearía estar en la posición de Lance, hace y dice tonterías. No le presto mucha atención y Lance tampoco lo hace. ¿Que si creo que Lance tiene talento? Creo que tiene un talento inmenso. No tengo dudas de que ha demostrado que lleva el Mundial en la sangre”, afirmó con fuego en los ojos.
El debate sobre Lance Stroll seguirá sobre el tapete hasta que demuestre en la pista que está capacitado para, por lo menos, llevarse un Gran Premio en el mediano plazo. Tener de compañero a un multicampeón como el alemán Sebastian Vettel es un plus que no debe desaprovechar. De conseguirlo, dejará de ser el ‘el hijito consentido de papá’, slogan despectivo que le han puesto algunos de sus detractores.
Recibe nuestro boletín de noticias: te enviaremos el mejor contenido deportivo, como siempre lo hace Depor.
TE PUEDE INTERESAR
- A pelearlo hasta el final: Perú perdió 3-1 ante República Dominicana por el Mundial Sub 18 de Vóley
- “No hables de mi madre”: Canelo Álvarez dio detalles de cómo se originó la trifulca con Plant [VIDEO]
- Tenemos rival: Perú enfrentará a Rumania por los knock-outs de la Copa Davis
- En racha: Juan Pablo Varillas debutó con victoria en el Challenger de Ambato en Ecuador