Las últimas tres temporadas de Williams en la Fórmula 1 han sido mediocres. Ni siquiera la irrupción de George Russell en 2019 –y que correrá con Mercedes el próximo año– les ha permitido salir del hoyo en el que se encuentran desde hace tiempo y, aunque en este 2021 no se quedarán en cero puntos como en 2020, la escudería precisa hacer cambios fuertes si no quieren quedar tan relegados en 2022. Uno de los que tendrá la obligación de dar un salto cualitativo es Nicholas Latifi, quien tendrá a Alex Albon como nuevo compañero en lugar de Russell.
El piloto de 26 años está teniendo un 2021 aceptable si tomamos en cuenta que hace un año se quedó con las manos vacías en todos los Grandes Premios. A decir verdad, desde que ingresó a Williams se generaron muchas dudas respecto a si estaba capacitado para correr en la Fórmula 1 después de no haber obtenido ni un solo logro destacado en las categorías de promoción.
Los mejores resultados de Nicholas Latifi este año se han dado en el Gran Premio de Hungría y el Gran Premio de Bélgica, donde culminó séptimo y noveno respectivamente. De esta manera, además de intentar sumar algunos puntos en los ocho GP que quedan para terminar la temporada, el canadiense deberá enfocarse en potenciar sus habilidades para rendir con un nuevo compañero en una Fórmula 1 2022 que experimentará algunos cambios técnicos en el reglamento.
Un poco tarde
A diferencia de la mayoría de pilotos que llegan a la Fórmula 1, el contacto de Nicholas Daniel Latifi (Montreal, Canadá, 29 de junio de 1995) con el deporte motor, específicamente con el karting, recién se dio cuando este tenía trece años, cuando normalmente los corredores que llegan al profesionalismo comienzan incluso desde los cuatro años.
Desde sus primeras competiciones en el karting hasta convertirse en un ‘rookie’ en 2020, Nicholas Latifi tuvo una preparación larguísima en diversas categorías. El canadiense ingresó a los formatos de Fórmulas en 2012 compitiendo en un torneo en ligera decadencia como la Fórmula 3 Italiana como parte del equipo BVM. Aquel año terminó séptimo con 117 puntos producto de una victoria y cuatro podios en veinticuatro carreras.
Un piloto sin reconocimientos
En adelante, Latifi pasó por diversas categorías sin tener inconvenientes con el presupuesto para costearlas, esto gracias al poder adquisitivo de su padre, Michael Latifi, quien años después terminaría invirtiendo 22 millones de dólares en Williams. En 2013 pasó por la Fórmula 3 Europea (15°), la Fórmula 3 Británica (6°) y el Toyota Racing Series (9°) sin obtener resultados que hicieran avizorar en él un piloto predestinado para llegar al Campeonato Mundial.
Y es que durante todos los años previos a la Fórmula 1, Nicholas Latifi se la pasó corriendo en diversos torneos sin sobresalir por encima de otros nombres. Quizás su temporada de realce fue la de 2016, año en que consiguió un importante podio en el GP2 Series y le abrió el camino para sumar su primera victoria en la Fórmula 2 como parte del equipo de DAMS.
Al siguiente año volvió a sumar un triunfo en la Fórmula 2 además de tres podios en veinticuatro carreras, al mismo tiempo que fungía de piloto de pruebas de la escudería Force India. Las cuatro victorias que sumó en 2019 no solo mejoraron sus registros hasta ese entonces, sino también le permitieron obtener la Superlicencia para ingresar al máximo circuito del automovilismo.
El debut de Nicholas Latifi en la Fórmula 1 no sorprendió ni generó muchas expectativas, algo normal para un piloto que no había deslumbrado en las categorías de promoción. Encima, pese a que George Russell tampoco sumó algún punto con Williams, el británico eclipsó su nombre al quedar segundo en el Gran Premio de Sakhir corriendo a préstamo para Mercedes en lugar de Lewis Hamilton.
Este 2021 la tónica no ha cambiado mucho para el nacido en Montreal, pues los siete puntos que ha sumado hasta ahora no lo mantienen en la décimo sexta posición, por delante de Kimi Raikkonen, Antonio Giovinazzi, Mick Schumacher, Robert Kubica y Nikita Mazepin. El objetivo para Latifi en 2022 tiene que ser solo uno: ser más consistente terminando entre los diez primeros en la mayor cantidad de Grandes Premios, para así soñar con subirse a algún podio por primera vez en su mediocre carrera automovilística.
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